Conocí a George Weigel cuando en 2007 fue invitado al IX Congreso de Católicos y Vida Pública: Dios en la vida pública. La propuesta cristiana. En su intervención hizo un encendido llamamiento a que los católicos "tomen una posición activa en la vida pública y encuentren la forma de transmitir sus ideas, basadas en la fe, válidas incluso para los que no creen". A pesar de cruzar el Atlántico fue muy recortado el tiempo de su intervención…
Para templar el enfado le llevé por la tarde al Museo del Prado. Admiró nuestro santuario del arte. Luego degustó unas tapas en el Madrid de los Austrias y no se libró de un chocolate con churros. Le gustaron…
El autor de esta entrevista a George Weigel, el teólogo Pablo Cervera Barranco, es el responsable de la edición española de Magnificat. Recientemente entrevistó también para ReL al preconizado cardenal Raniero Cantalamessa.
Al día siguiente admiró la grandeza del Valle de los Caídos. Vivimos la Santa Misa junto a la comunidad benedictina. La octava maravilla del Mundo también le sobrecogió. La visita a El Escorial coronó su rápida estancia en Madrid con un buen menú castellano y vino de Rioja. Breves días, pero confirmaron su admiración por la historia de España.
Después de años, siempre en contacto telefónico o por mail, agradezco su deferencia al conceder a este medio la exclusiva de hablar sobre su reciente libro traducido al castellano y apenas publicado por Homo Legens: El próximo Papa. El ministerio de Pedro y una Iglesia en misión.
El próximo Papa es el último libro publicado en español de George Weigel (Baltimore, 1951), escritor y politólogo católico estadounidense autor del best-seller internacional "Testigo de esperanza", libro biográfico sobre Juan Pablo II. Entre otros honores, ha recibido la cruz Pro Ecclesia et Pontifice. Es catedrático de Estudios Católicos en el Ethics and Public Policy Center de Washington, D.C. Entre sus otras obras traducidas al español figuran "La elección de Dios: Benedicto XVI y el futuro de la Iglesia", "La verdad sobre el catolicismo" y "Juan Pablo II. El final y el principio", con la que cerró en 2011 su visión sobre el Papa Karol Wojtyla.
-Decir George Weigel (al menos en España) es casi como decir Juan Pablo II. En cambio, en tu libro, el arco de Papas cubre desde Juan XXIII hasta Francisco. Miras al futuro cosechando del pasado reciente...
-Creo que hay lecciones importantes que aprender de los últimos pontificados, y he tratado de "cosechar" esas lecciones en este pequeño libro. Cada uno de los Papas de mi vida (una lista que también incluye a Pío XII) tiene algo que enseñar a la Iglesia del siglo XXI, y cada uno de sus ejemplos contiene lecciones para los Papas del futuro. Nuestro momento en la historia de la Iglesia sufre de un enfoque demasiado estrecho en el presente; deberíamos reclamar la sabiduría del mandato del Señor en Juan 6,12 ("Recoged los pedazos, para que nada se pierda") y aprender las lecciones apropiadas de la historia del catolicismo moderno y sus líderes papales.
-En cierto sentido, como laico con una visión amplia de la Iglesia y del mundo, actualizas y concretas las posturas del Vaticano II para las tareas futuras del próximo Papa.
-Juan XXIII convocó al Concilio Vaticano II para preparar a la Iglesia para un nuevo milenio de evangelización. El próximo Papa debe seguir el trabajo de sus predecesores para hacer que la Nueva Evangelización -la visión del Concilio de una Iglesia permanentemente en misión, una Iglesia en la que todos son discípulos misioneros- cobre vida en toda la Iglesia mundial. Esa es la visión que anima a las partes vivas de la Iglesia del mundo hoy en día, y donde la Iglesia está moribunda o muriendo es debido a la falta de vivencia de esa visión.
-Estoy plenamente de acuerdo contigo en todas las tareas que los laicos católicos deben asumir en la Iglesia. ¿Crees que la tarea de los laicos católicos debe (casi) comenzar? Demasiado clericalismo en los laicos hoy en día...
-La Iglesia de la Nueva Evangelización no es una Iglesia de laicos clericalizados ni clérigos laicizados; más bien, es una Iglesia en la que los ministros ordenados capacitan a los laicos para la misión y la evangelización en el mundo, y los laicos calificados asumen algunas de las tareas gerenciales que ocupan demasiado tiempo a los pastores.
»Desgraciadamente, el mejor ejemplo de cómo no ser la Iglesia de la Nueva Evangelización está viniendo de Alemania, que está llena de "empleados" laicos, pero que desesperadamente carece de hombres y mujeres laicos que sean evangelistas y misioneros. Y Alemania es, como el resto de Occidente, tierra de misión.
George Weigel sintetiza, con motivo de su centenario, las claves de la vida y del pontificado de San Juan Pablo II. Fuente: Polish Cultural Institute in London.
-Mantienes el texto del Gran Mandato misionero ("Id, y haced discípulos de todos los pueblos…": Mt 28,19) como leitmotiv. ¿Sigue siendo la evangelización el objetivo de la Iglesia hoy más que nunca? ¿Estamos como en los inicios?
-Es como "el principio" en cuanto vivimos en tiempos apostólicos, no en época de Cristiandad. En los tiempos de la cristiandad, la cultura ayuda a transmitir la fe; esa no es, ciertamente, nuestra situación en Occidente hoy en día, que se parece más al siglo I que al siglo XIII. Así que sí, es hora otra vez de "apropiarse" del Gran Mandato misionero, y eso debe involucrar a todos los católicos.
-Son realmente curiosas las observaciones que haces sobre las zonas vivas en la Iglesia y las zonas de catolicismo light...
-"Curioso", espero, en el sentido de "interesante". Realmente no hay un gran rompecabezas o misterio aquí. Si miras alrededor de la Iglesia en el mundo, los sectores vivos son aquellos que, habiendo aceptado la interpretación autorizada del Vaticano II propuesta por Juan Pablo II y Benedicto XVI, están viviendo la Nueva Evangelización; y las partes agonizantes o moribundas de la Iglesia en el mundo son aquellas que han acomodado la verdad del Evangelio y a la enseñanza de la Iglesia al Zeitgeist [espíritu de la época], y que no tienen un sentido real de dónde están los límites doctrinales y morales del catolicismo. Una vez más, Alemania ofrece aquí una lección admonitoria. Alemania ya tiene una Iglesia protestante liberal; ¿por qué necesita una segunda?
-Mucho debe tomar el próximo Papa en sus manos, pero no pareces pesimista ni superficialmente optimista. No es casualidad que tu texto comience bajo el «paraguas» del Espíritu Santo...
-Hay una enorme vitalidad en el catolicismo mundial y eso puede ser una auténtica fuente de renovación para el futuro. Los católicos del futuro no van a ser "católicos culturales", para quienes el catolicismo es una especie de herencia étnica o nacional; los católicos del futuro serán hombres y mujeres profundamente convertidos a la amistad con Jesucristo y deseosos de compartir ese don con los demás en un discipulado misionero.
-Ha sido un placer traducir tu libro, tal como era tu deseo. Sabes que traté de hacer lo mismo con tu Evangelical Catholicism [Catolicismo evangélico] pero no lo conseguimos... Así que espero que me hagas trabajar de nuevo.
-Estoy agradecidísimo por todo, Pablo, y espero verte en persona, cuanto antes mejor, ¡después de que la plaga se aleje! Mientras tanto, sostengámos uno a otro en la oración.
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