Fernando Sánchez es el embajador de Costa Rica ante el Vaticano, aunque lo que le ocurrió no tiene nada que ver con actos protocolarios. Según cuenta, su hijo está vivo gracias a un milagro del Padre Pío. Lo cuenta en su libro “Nace un hijo espiritual: Nuestra historia con el padre Pío de Pietrelcina”.

Todo ocurrió hace tres años. El niño nació con graves problemas de corazón. Los médicos no dieron esperanzas, pero algo pasó después que rompió todos los esquemas.

“A mí me llaman para decirme: “Mire, don Fernando, hay un sacerdote con su hijo”. Yo me imagino lo peor y salgo corriendo para neonatos, para cuidados intensivos y me los encuentro efectivamente al padre con una reliquia del Padre Pío orando encima de la cuna de mi hijo. Yo me uní, no hice más que eso”, señala Sánchez.

Después de dos horas el corazón del niño latía con normalidad y al día siguiente los médicos suspendieron todo el tratamiento y le quitaron la medicación.

Desde entonces Fernando Sánchez y su mujer no tienen ninguna duda de que el Padre Pío intercedió en la curación de su hijo.

“Desde entonces lo hemos sentido presente, yo no tengo ninguna duda que él está intercediendo por nosotros”, declara el embajador.

Tres años después del dramático suceso Fernando Sánchez cuenta cómo es ahora la relación de su hijo con el Padre Pío.



“Lo más lindo ha sido ver la reacción de mi hijo porque cuando ve una foto del Padre Pío dice que es un amigo de él”, continúa el diplomático costarricense.

El embajador le contó a Benedicto XVI lo que le había pasado a su hijo y el Papa ese mismo día quiso conocerlo.