No es nada común que una estrella negra del jazz, y además hijo de pastor protestante, se haga católico. Pero este es el caso de Kirk Whalum, de 67 años, el saxofonista de la película "El Guardaespaldas", doce veces nominado en los premios Grammy de música.
Toda la vida sintió a Dios en la música, y sigue sintiéndolo, pero lo que le ha gustado de la Iglesia Católica, dice, es encontrarlo en los silencios de la misa.
Whalum es toda una institución en el mundo del jazz, el gospel y en la música de Memphis. Siempre fue cristiano y siempre vio una conexión entre Dios y la música. Pero hasta diciembre de 2022, entrevistado en el Black Catholic Messenger, no habló de su viaje hacia la Iglesia Católica.
Su solo de saxofón y su experiencia con Whitney Houston en la película El Guardaespaldas (1992) le dieron fama fuera del círculo del jazz. Puesto que esta banda sonora es la más vendida de la historia (45 millones de copias antes de 2012), estamos hablando del saxofonista más escuchado de la historia del cine.
Rezaba con Whitney Houston
Whalum cree que Whitney Houston quizá fue "la mayor cantante de pop de la historia". "Cuando íbamos de gira, yo me convertí en una especie de capellán ad hoc para ella. Ella me puso de apodo 'Obispo'. Ella sabía de donde venía yo, de amar a Jesús. Ella también le amaba", recuerda. "Cuando era momento de rezar, me buscaba. Incluso hice estudios bíblicos con ellos [la gente de aquella gira]. Ella pudo venir algunas veces, no muchas. La tenían corriendo de aquí para allá, que es parte de lo que al final le pasó".
Kirk Whalum en sus giras de 1997 con Whitney Houston.
Whitney Houston es una de las cantantes que ha vendido más discos en la historia (170 millones). De familia baptista, como Kirk, hija de cantante de soul, empezó cantando en su coro de iglesia (si bien estudió en un instituto católico). Por desgracia, tuvo problemas de drogas y murió por una sobredosis accidental en 2012 en un hotel de Beverly Hills, con 48 años.
Whalum considera que él siempre ha entendido a Dios relacionado con la música. "En mi música busco manifestar a Dios. Quiero que Dios toque, que se muestre de alguna manera. Si sólo pienso en Dios, es una cosa, pero si es Dios quien toca... entonces todos escuchan".
El gospel según el jazz
Whalum consiguió un premio Grammy por sus discos "The Gospel According to Jazz", aunque dice que con ellos, en realidad, no buscaba tanto el gospel como el jazz-pop instrumental. Dice que le inspiraron, en cierta manera, un grupo cristiano de Los Ángeles llamado "Koinonia" que sí usaban la música gospel para transmitir "el mensaje de amor que se entrega que Cristo nos mostró".
Invitó en ese disco a amigos que no eran artistas de gospel, ni siquiera cristianos, "pero que tienen un viaje espiritual y estaban abiertos a compartirlo, aprender y compartir. George Duke es un gran ejemplo, porque no era creyente. Pero, chico, aquella canción "Make me a believer" [Hazme creyente] que hizo [The Gospel according to jazz: Chapter III] es de las grabaciones más profundas que jamás hizo".
Una versión de Make me a Believer con Kirk Whalum.
Una prima en proceso de canonización
Desde hace poco, Whalum es católico y devoto de la Sierva de Dios Thea Bowman (1937-1990), una religiosa negra, maestra y música, que ayudó a realizar un himnario católico afroamericano, popular como oradora y grabando música.
"La considero mi musa, porque también era música y me inspira profundamente. La estudié, busqué detalles de su vida". Consultó a un primo y aprendió que Thea Bowman es una pariente suya, prima de su primo. "Esta señora va a ser santa, y ahora es mi santa patrona. Y soy su primo".
Un documental sobre la Sierva de Dios Thea Bowman (en inglés).
Kirk Whalum se burlaba de su tío Hugh "Peanuts" Whalum, que le inspiró para ser saxofonista, porque era católico. "Venga, ya, ¿de verdad?, ¿la Virgen María y todo eso?", se burlaba Kirk de joven. "Cállate, no sabes de qué hablas", le respondía él.
"Me gusta esto, es muy tranquilo"
Por otra parte, Kirk era hijo de pastor, y de hecho casi toda su vida fue al culto a la iglesia baptista de su padre en Memphis. Pero viajando tuvo algunas experiencias que tocaron su alma.
Por ejemplo, hacia el año 2000, estando en Alemania, decidió entrar en una iglesia católica. "Me gusta esto, es muy tranquilo", se dijo. "En su mayor parte, la misa católica es tranquila, y siempre hay algún silencio. Es algo que no encuentras en muchas de las iglesias evangélicas en las que fui criado", señala.
Años después, estando un mes en Las Vegas con su esposa, para unos conciertos-homenaje a Ray Charles, decidieron ir a una iglesia católica. "La misa siempre era hermosa, y te dejaba satisfecho, y yo me sentía en plan 'amigo, así es como se supone que debemos estar'".
Kirk Whalum a la escucha... también de la voluntad de Dios.
Ese que baña vagabundos es párroco
Después de Adviento de 2021, tanto él como su esposa tenían pocos deseos de ir a su iglesia habitual. Él había empezado a colaborar en un voluntariado católico con gente de la calle, Manna House, una casa del movimiento Catholic Worker. Los había conocido en el seminario teológico de Memphis (protestante presbiteriano). Colaboraba con esos voluntarios cada semana. Y una vez muerto su padre, ya no se sentía atado a su iglesia baptista de siempre.
Uno de aquellos voluntarios católicos causó buena impresión al músico. Era sacerdote. Decidieron ir a su parroquia. Así comprobó que Val, el voluntario que ayudaba a bañar vagabundos, era también el padre Val Handwerker, párroco de Saint Patrick. Eso les impactó a los dos y empezaron a ir a misa allí cada domingo que estuvieran en la ciudad.
"Cuando no estoy en la ciudad, sigo la misa por Zoom, o por Facebook o en la iglesia católica de donde esté. Así que tras un año de misa me sentí pleno, muy en mi lugar".
Lo que estudió en las clases de catolicismo para adulto le gustó, y también la conexión de la parroquia con la Sierva de Dios Thea Bowman (va a tener una escuela de estilo Montessori con el nombre de la religiosa). Le gustó también el enfoque de justicia social y del movimiento Catholic Worker en la parroquia. "Todas nuestras culturas sumadas son lo que significa la Iglesia, y eso es muy inspirador", añade.
Kirk Whalum y su novia cuando tenían 15 años; llevan ya 50 años juntos.
Los católicos no son "tan estirados"
Su esposa por ahora no se ha hecho católica oficialmente, aunque va a misa con él y le gusta la parroquia mucho. Llevan 42 años casados, y hace 50 que están juntos. A veces hacen bromas, él y su esposa. "Ni aunque me pagaran me creería que Kirk Whalum sería católico. Pero sí, lo soy, y no me arrepiento".
Como católico, nota que se le ha abierto todo un mundo nuevo, con gente de "muchos orígenes y colores, y no son tan estirados como la gente se piensa. Hay más estirados en otros sitios, en otras denominaciones", comenta divertido.