Raoudha, de origen tunecino, tiene 54 años y dice que ha sido musulmana durante 52. Esta Pascua se ha bautizado. Ella es una de las 239 personas adultas que han sido bautizadas en Pascua en Bélgica (hace diez años eran la mitad).
Muchos en la familia de Raoudha no saben de su conversión, y de hecho tiene pocos parientes. "No me da miedo perder amigos, porque tengo a Cristo", declara en Le Soir.
Religiosa y creyente, pero poco practicante
Ella siempre fue musulmana creyente y religiosa, pero poco practicante. Lo que transformó la vida espiritual de Raoudha fue un vídeo de Youtube, el testimonio de un ex-musulmán convertido al cristianismo, un testimonio que la conmovió profundamente cuando lo vio hace dos años.
Ella no era una mujer alejada de la Iglesia. Su primer marido era cristiano y tocaba música en una iglesia. Ella a menudo lo acompañaba. Él no le pedía convertirse.
Su actual compañero, también cristiano, sí le ha hablado más de la fe. "Él solía decirme: 'Eres una buena persona, pero te estás perdiendo algo: ¡Cristo!'"
"Como si se desgarrara algo en el pecho"
Pero lo que lo cambió todo fue el vídeo. "Algo sucedió", explica emocionada. "Como si se desgarrara algo en el pecho: recibí a Cristo, y ahora nunca lo dejaré marchar".
Dos meses después de ese encuentro de cercanía transformadora con Cristo, una experiencia reforzó su convicción. Su sobrino había sufrido un grave accidente y todos esperaban que muriera o quedara muy grave. "Fui a su cama y oré mucho. Yo era la único en la familia que estaba convencida de que sobreviviría. Mi familia no es muy religiosa, mi sobrino es el único practicante. El niño ya ha empezado a hablar y caminar: se ha recuperado el 80% de su capacidad".
Raudha cree que esa recuperación inesperada es un milagro y lo atribuye a Dios. Desde esta Pascua de 2019, ella forma parte de la gran familia católica que se extiende de Oriente a Occidente.