Fue durante años la máxima responsable de la Renovación Carismática en Estados Unidos. Acudió a Madrid como predicadora para la Asamblea anual de la Renovación Carismática Católica en el Espíritu, invitando a todos a tener siempre preparado el corazón para recibir el amor de Dios. "En Dios, siempre hay más que descubrir", insistió.

–Háblenos de la Comunidad de Hermanas que usted preside en Nueva York.
–Hace 35 años fundé una casa de oración y un centro de evangelización, que se centra en la oración con Jesús. Se hacen retiros espirituales para acercarnos más al Señor a través de la oración y el perdón. La misión es muy sencilla, abrir nuestro corazón para recibir el amor de Dios, entendiendo su mensaje y así hacernos más sencillos para poder comprender que Dios nos ama y está siempre con nosotros.

–¿En qué país le ha costado más predicar el mensaje de Dios?
–En la mayoría de los países en los que he estado, siempre he tenido una aceptación muy buena; al fin y al cabo, casi todo el mundo está dispuesto a escuchar el mensaje que Jesús nos quiere transmitir cada día. Lo importante es tener nuestro corazón preparado para recibir ese mensaje y así conseguiremos ser más felices en la vida, porque Jesús nos transmite muchas cosas, sobre todo paz y felicidad.

–¿Cuál es el tema más frecuente durante sus enseñanzas?
–El tema fundamental es el amor de Dios pero, sobre todo, que siempre hay más, es decir, nunca nos tenemos que conformar con lo que tenemos, sino que hay que seguir buscando y encontraremos que hay mucho más que descubrir en el amor de Dios, ya que no solo es una experiencia de una sola vez, sino que es continua.

–¿Cuándo se dio cuenta de que quería formar parte de la vida del Señor?
–Desde pequeña me di cuenta de que la vida sin el amor de Dios no tenía sentido, empezé a estudiar teología y espiritualidad en el seminario de la Inmaculada Concepción en Nueva Jersey y, desde entonces, mi vida siempre ha estado basada en Jesús y en el amor que Él nos profesa. Por eso, llevo muchos años predicando este amor por muchos países en todo el mundo, porque es bueno que la gente conozca que sin el amor de Dios es difícil vivir.

–¿Cómo podemos aumentar la relación con Dios?
–Lo primero que tenemos que hacer es abrir nuestro corazón para que ese amor llegue a nosotros, y por supuesto, desearlo. Y también es importante encontrar una persona en la que confiar para que podamos experimentar más a fondo el amor que Dios nos quiere transmitir.

–¿Qué consejo nos da para encontrarnos con Jesús ?
–Tenemos que quedarnos un momento en silencio y pedir al Espíritu Santo que venga a nosotros y penetre en nuestros corazones,así, pediremos que el Espíritu Santo se libere en nuestro corazón para poder acercarnos a Dios. Para ello, tenemos que reconocernos pecadores, para que así Jesús nos perdone y su amor quede impregnado en nuestro interior para siempre.