Este martes falleció el dominico Gustavo Gutiérrez, uno de los iniciadores y principales representantes de la Teología de la Liberación. Tenía 96 años y desde 2001 pertenecía a la Orden de Predicadores.
Nacido en Lima (Perú) en 1928, cursó estudios de medicina y letras y fue ordenado sacerdote en 1959. Posteriormente estudió teología en varias universidades europeas, entre ellas la católica de Lovaina, en Bélgica. A lo largo de su vida recibió decenas de distinciones académicas en universidades de todo el mundo.
En 1971 escribió su obra más representativa, Teología de la liberación. Perspectivas, cuya teoría de la 'opción preferencial por los pobres' coincide con algunos elementos del análisis marxista sobre la naturaleza de las relaciones sociales y sobre el sentido de la liberación humana en este mundo.
A pesar de ese vínculo intelectual con numerosos movimientos de la Teología de la Liberación que chocaron frontalmente con la Iglesia y en algunos casos evolucionaron hasta cristalizar en grupos comunistas y terroristas, Gutiérrez no cruzó esa línea y mantuvo el vínculo con la jerarquía. Es conocida su amistad con el cardenal Gerhard Müller, prefecto emérito del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y fue elogiado tanto por Benedicto XVI como por Francisco.
En junio de 2018, el Papa Francisco le dirigió una carta por su nonagésimo cumpleaños: "Has contribuido a la Iglesia y a la humanidad, a través de tu servicio teológico y de tu amor preferencial por los pobres y los descartados de la sociedad... Te animo a que sigas con tu oración y tu servicio a los demás dando testimonio de la alegría del Evangelio", le decía.
Un mensaje de Gustavo Gutiérrez en 2021, con motivo del cincuentenario de su obra más célebre.
Ciertos aspectos de la teología de Gutiérrez procedentes del análisis marxista están presentes (aunque no citados, como ninguna otra obra) en la condena de la Instrucción de 1984 "sobre algunos aspectos de la Teología de la Liberación", con la que el cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, frenó la expansión de esta corriente, sobre todo en Iberoamérica.
El cardenal Müller coincidió con Gutiérrez durante los años en los que vivió en Perú, y se profesaban un gran afecto y aprecio intelectual, sin perjuicio de sus diferencias. Llegaron a publicar un libro conjuntamente, Del lado de los pobres. Teología de la liberación, donde exponen sus matices respectivos sobre ese concepto. "Hemos conversado mucho sobre algunos asuntos -digamos problemáticos- de la Teología de la Liberación", manifestó Müller en alguna ocasión.
Las obras de Gutiérrez plantean graves problemas doctrinales (pincha aquí para el estudio en profundidad llevado a cabo en su día por Aciprensa), en particular por la utilización de conceptos marxistas y por afirmaciones como que la liberación "auténtica" del hombre "será obra del oprimido mismo" y tiene lugar en este mundo.
Con alguna matización sobre el propio carácter obsoleto de la Teología de la Liberación pasado su auge sociopolítico en los años 70 ("un buen número de análisis y de propuestas enunciadas en años recientes han perdido vigencia, numerosas discusiones y precisiones de ese tiempo no responden plenamente a los retos actuales", dijo en 1996), esos problemas nunca fueron resueltos.