El semanario Alba, del Grupo Intereconomía, publica en el número que se encuentra en los quioscos desde este viernes una entrevista de José Antonio Fúster a James Caviezel en la que el actor norteamericano desvela muchas claves de su fe religiosa.

Deja claro no que no le afecta la opinión de quienes le acusan de «sobreactuar» su catolicismo, y despacha el asunto con un sencillo «la gente siempre va a decir cosas crueles. No importa cuál sea tu profesión». Resume su credo en santiguarse, explica lo que sintió la primera vez que se encontró con Juan Pablo II, y está convencido de que Hollywood se convertiría si todos los que forman parte de la Iglesia católica creyesen de verdad: «Hay gente en la Iglesia a la que habría que preguntarles si aman», explica al resaltar la importancia del amor en sus películas.

Caviezel está de actualidad por el estreno de La verdad de Soraya M., una película sobre la lapidación de una mujer iraní en la que interpreta a un musulmán, lo cual para él no es un problema precisamente porque «es a través del amor como funciona el reino». Homenajea así a Sahebjam, un personaje real que desveló la historia de la desdichada y que, cuenta James, murió de un ataque cardiaco al saber que los hechos iban a llegar al cine.

La entrevista completa es un completo retrato de su protagonista, y desvela un Caviezel seguro de sí mismo, cuya mirada, explica Fúster, es difícil de aguantar por su fijeza, y dispuesto a capitanear un ya notable grupo de actores (Mark Wahlberg, Eduardo Verástegui, Neal McDonough) que no esconden su fe católica en su peculiar mundo profesional.