Roma recordó a Madre Teresa de Calcuta en el centenario de su nacimiento con un homenaje en el ayuntamiento de la Ciudad Eterna. Durante el encuentro, el alcalde de la ciudad, Gianni Alemanno, anunció que habrá una plaza en honor de la “madre de los pobres”.

En el “Campidoglio” de Roma se reunieron algunos de los que la conocieron, y contaron lo que más les impactó de ella, informa Rome Reports.

Sebastian Vazhakala, superior y co-fundador de los Misioneros de la Caridad contemplativos, destacó que Madre Teresa no se rendía y hacía todo por defender a los pobres, aunque nadie la apoyara.

“Siempre intentaba, con todas sus fuerzas, hacer lo mejor por Dios, aunque ninguno hiciera nada. Así fue su vida y su modo de pensar. No perdía tiempo en criticar y juzgar. Solía decir: ´si perdemos el tiempo en juzgar, no tendremos tiempo para servir´”, señaló Vazhakala.

Por su parte el ex nuncio en Zimbabwe, monseñor Prabhu Peter, confesó durante el evento habérsele quedado grabado en la memoria uno de sus viajes a Roma. Ella llegó al aeropuerto sin maleta, pero con 27 cajas para los pobres.



Él le pidió que diera una charla de 40 minutos en un retiro espiritual de sacerdotes carismáticos de todo el mundo. Pero sólo habló 10.

“Los sacerdotes se levantaron y comenzaron a bailar, aplaudir, abrazarse. Uno de los invitados me dijo: ´Yo he pensado mi discurso dos meses, he rezado, he leído la Escritura, he consultado los Padres de la Iglesia. Y el resultado es que han aplaudido un poco, como un minuto. Pero mira el resultado de la Madre Teresa, y ella ha repetido lo de siempre”, dijo.

Finalmente, el arcipreste de la basílica vaticana de San Pedro, cardenal Angelo Comastri, amigo también de Madre Teresa, dijo que el ejemplo de sus padres marcó a la beata toda su vida.

“El padre de Madre Teresa era muy generoso y a la madre le llamaban ´angel del barrio´. Cada semana visitaba a los más pobres y llevaba a su hija”.

Se trata de un homenaje en el corazón de Roma para conocer más aspectos de Madre Teresa, una mujer que no se cansó nunca de servir a los pobres.