El acto tendrá lugar el próximo 12 de septiembre en la base aérea de Armilla, en dicha capital andaluza, donde se espera acudan cerca de trescientas mil personas a pesar del temor a una huelga de autobuses urbanos convocada precisamente ese día. «Es un grandísimo orgullo como andaluza, como granadina y como creyente», afirmó la ganadora del primer Operación Triunfo, que guarda devoción al próximo beato «desde pequeñita» gracias a la estampita que le regaló su padre. Se confiesa «nerviosa» porque nunca ha interpretado «en serio» dicha pieza, pero si de algo no dudan los organizadores es de la prestancia que ofrecerá ese día su portentosa voz.
Fray Leopoldo prometía siempre tres Avemarías a quienes le pedían su bendición o le entregaban un donativo para la orden, pero su labor como limosnero, una de las más humildes e ingratas, tenía también un lado duro. No siempre era bien recibido, y fue insultado y apaleado varias veces por personas hostiles a la Iglesia, que en una ocasión intentaron incluso lapidarle.
La Virgen María fue su gran devoción, que difundía sin cesar entre quienes se acercaban a él. Pero también la devoción al Santísimo, y no era infrecuente que se lo encontraran dormido en el suelo de la iglesia tras haber pasado toda la noche en oración.
Una curación repetina de un cáncer ha sido el milagro decisivo para la beatificación, pero los favores recibidos por intercesión del humilde capuchino son continuos y han multiplicado su devoción desde que se conoció la noticia de su elevación a los altares.