Emmanuel Abayisenga, el presunto asesino que confesó el crimen del padre Olivier Maire este 9 de agosto en la localidad francesa de Vendée, se reunió con el Papa Francisco en 2016 durante un evento para personas “socialmente excluidas”.
Abayisenga, de 40 años y originario de Ruanda, también confesó anteriormente su autoría del incendio de la catedral de Nantes el 18 de junio de 2020. Por ello, se encontraba bajo tutela judicial en el momento de cometer el asesinato, según informa el diario francés Valeurs Actuelles. Afirmó haber prendido fuego en tres puntos: el órgano grande (que quedó totalmente calcinado), el órgano pequeño y el cuadro eléctrico.
Tras su puesta en libertad, el padre Olivier Maire, de 60 años y superior provincial de los Misioneros Montfortianos, acogió al presunto asesino en Saint-Laurent-sur-Sèvre (Vendée) en varias ocasiones, tanto antes como después de haber estado ingresado en un centro psiquiátrico.
Se reunió con el Papa en una audiencia para "personas excluidas".
El diario francés La Croix publicó por primera vez la fotografía en la que Abayisenga saludaba al Papa durante una audiencia y confirmó que “se reunió con Francisco en 2016 en Roma” en el Festival Europeo de la Alegría y la Misericordia del Vaticano.
El evento, dedicado a personas socialmente excluidas, fue realizado por la organización francesa Fratello como parte del Jubileo de la Misericordia de la Iglesia Católica, que duró un año. Asistieron alrededor de 3.600 personas, la mayoría de Francia, Polonia y Roma.
Su presencia fue declarada ilegal en Francia desde 2019
Según La Croix, Abayisenga viajó a Roma con un grupo de Nantes. Había estado bajo la acogida de la comunidad cristiana local después de llegar a la ciudad en 2012, año desde el que se le denegó reiteradamente el permiso de residencia en territorio galo y en 2019 recibió y desoyó la obligación de abandonar el país.
Durante la reunión, el Papa Francisco se refirió al discurso pronunciado por uno de los miembros del grupo que había viajado desde Nantes con Abayisenga.
“Me sorprendió la persistencia del uso cristiano de la palabra 'paz'”, dijo el Papa. “Y luego habló de la paz y la alegría que experimentó cuando comenzó a formar parte del coro de Nantes”.