Este sábado 19 de junio, el Papa Francisco autorizó la promulgación de los decretos de la Congregación para las Causas de los Santos, entre los que se encuentran las virtudes heroicas del conocido como Padre de Europa, Robert Schuman, o de la monja española María Estrella de Jesús.
Junto a ellos, Francisco también aprobó el decreto de "el buen padre Philipp", el Venerable Siervo de Dios Johann Philipp Jeningen. El sacerdote de la Compañía de Jesús continúa así su camino a los altares gracias al reconocimiento de la curación milagrosa realizada bajo su intercesión a un hombre que sufría multitud de dolencias en los momentos previos a su muerte. Pronto será declarado beato.
Entre ellas, el enfermo padecía colitis inflamada aguda, septicemia severa, pulmonitis con insuficiencia respiratoria, hemorragia gastrointestinal por úlcera péptica y hemofilia.
El enfermo comenzó a experimentar fuertes dolores y fiebre alta en la Navidad de 1984, y cinco días después tuvo que ser hospitalizado, trasladado en estado grave a Ulma.
La esposa e hija del enfermo rezaron junto con otros acompañantes cercanos al venerable Jeningen, aparentemente sin respuesta. El 1 de enero de 1985, el padre de familia recibió los últimos sacramentos mientras su familia intensificaba su oración. Incluso su médico, evangélico, rezo ante la tumba del venerable por la sanación de su paciente. Tras tres semanas de intensa oración y agónica espera, el 23 de enero salió del coma y su estado mejoró inexplicablemente. Fue dado de alta el 8 de febrero, sanado por completo.
Treinta y seis años después, Francisco ha reconocido esta sanación milagrosa como fruto de la intercesión del Siervo de Dios Johann Philipp Jeningen. De este modo, continúa su camino a los altares que comenzó a ser estudiado en marzo de 1945.
Jesuita y misionero, confesaba diez horas al día
Philipp Jeningen nació el 5 de enero de 1642 en Eichstätt (Alemania). Ingresó en la Compañía de Jesús de Landsberg am Lech (Alemania) en 1663 contra los deseos de su padre, fue ordenado sacerdote y realizó sus votos solemnes el 2 de febrero de 1677.
Tras su ordenación, fue profesor en la escuela primaria de Dillingen y en la escuela jesuita de Mindelheim. Tres años después, fue trasladado a Schönenberg, a una pequeña capilla mariana cercana a Ellwangen. Ante la gran afluencia de peregrinos, el capellán mandó construir un santuario barroco que se haría famoso en toda Alemania. Se dice que pasaba largas jornadas en el confesionario, a menudo durante más de diez horas al día.
Iglesia de Nuestra Señora en Schonberg, donde Philipp Jeningen difundió las peregrinaciones marianas y confesaba 10 horas al día.
Tras su periodo como capellán, Jeningen se desempeñó como misionero en las zonas rurales del país centroeuropeo, y fue especialmente activo en el área del príncipe Provosty. Pese a no considerarse un predicador refinado intelectualmente, realizó cinco grandes viajes como misionero, visitó congregaciones y fue conocido por la gente como “el buen padre Philipp”. Falleció en Ellwangen, el 18 de febrero de 1704. La naturaleza heroica de sus virtudes fue reconocida en 1989, cuando Juan Pablo II le proclamó venerable.