En el avión de vuelta de su viaje a Ginebra (Suiza), el Papa Francisco este jueves respondió a las preguntas de los periodistas que le acompañaron. El tema central del viaje fue el ecumenismo y la colaboración entre iglesias cristianas, con motivo de los 70 años de existencia del Consejo Mundial de las Iglesias (WCC), un organismo de 350 congregaciones cristianas de distintos tipos (ortodoxos, protestantes, orientales, etc...) pero que no incluye a la Iglesia Católica. Los periodistas preguntaron también por la crisis migratoria y el asunto de la comunión a cónyuges protestantes en Alemania.
Ecumenismo y encuentro
"Estoy contento porque las diversas cosas que hemos hecho [en Ginebra], sea la oración al inicio, luego el diálogo durante el almuerzo, ha estado bellísimo. Luego el encuentro académico y después la Misa", explicó el Papa al inicio del encuentro con los periodistas. "Son cosas que me han hecho feliz. Cansan, pero son cosas buenas".
Al finalizar el encuentro con periodistas el Papa quiso retomar el tema ecuménico: "Hoy ha sido una jornada ecuménica. Y en el almuerzo hemos dicho una palabra bella, una bella cosa y se las dejo a ustedes para que hagan una consideración sobre esto. En el movimiento ecuménico debemos sacar del diccionario una palabra: proselitismo. ¿Está claro? No puede haber ecumenismo con proselitismo. Debes escoger. O tienes espíritu ecuménico o eres proselitista".
El viaje a Ginebra: unidad y jóvenes
Ante preguntas de un periodista suizo, el Papa resumió el sentido del viaje a Ginebra.
"Creo que hay una palabra común: encuentro. Fue una jornada de encuentros, variedad, y la palabra precisa de la jornada es “encuentro”. Cuando una persona encuentra a otra y siente placer del encuentro, esto toca el corazón, siempre son encuentros positivos, también bellos, comenzando con el diálogo con el presidente al inicio, que ha sido no un diálogo de cortesía, normal, sino un diálogo profundo, sobre temas mundiales profundos y con una inteligencia que me he quedado sorprendido. Después, el encuentro que todos han visto y aquel que todos no han visto, es el encuentro durante el almuerzo que ha estado muy profundo en el modo de tocar tantos temas".
"Quizá el tema en el cual hemos permanecido más tiempo ha sido el de los jóvenes, porque todas las confesiones están preocupadas en el buen sentido por los jóvenes, y el pre sínodo que se ha realizado en Roma desde el 19 de marzo, ha llamado bastante la atención porque eran jóvenes de todas las confesiones e incluso agnósticos de todos los países. Piensen 315 jóvenes ahí y otros 15 mil conectados que entraban y salían. Esto quizá ha marcado un interés especial. Pero la palabra que me da la totalidad del viaje, ha sido un viaje de “encuentro”… Ninguna descortesía, ninguna cosa puramente formal. Encuentro humano. Entre protestantes, católicos y todos".
La comunión para protestantes: según el Derecho Canónico
Un periodista alemán preguntó por el debate sobre la comunión para cónyuges protestantes de católicos en Alemania. El Papa distinguió entre la iglesia particular (cada diócesis) y la iglesia local (de un país o una conferencia episcopal).
El Papa respondió: "En el Código de Derecho Canónico está previsto aquello que los obispos alemanes hablaban: la comunión en casos especiales. Y ellos miraban el problema de los matrimonios mixtos, si es posible o no es posible. El Código dice que el obispo de la Iglesia particular, esa palabra importante, particular, es decir de una diócesis, debe conducir eso en sus manos. Esto era en el Código".
"Los obispos alemanes, porque habían visto que no era claro y que algunos sacerdotes hacían cosas no de acuerdo con el obispo, han querido estudiar este tema y han hecho este estudio que, yo no quiero exagerar, pero ha sido un estudio de más de un año, bien hecho, bien hecho. Y el estudio es restrictivo".
"Aquello que los obispos querían es decir claramente aquello que hay en el Código, y también yo que lo he leído digo, pero este es un documento restrictivo. No era abrir a todos. No, una cosa bien pensada con espíritu eclesial. Y han querido hacerlo para la Iglesia local, no la particular, no lo han querido. Y la cosa termina en la Conferencia Alemana. Ahí hay problema porque el Código no prevé eso. Prevé el obispo de la diócesis, pero no la conferencia, ¿por qué? Porque una cosa aprobada en una conferencia episcopal, pronto se convierte en universal. Y esta ha sido la dificultad en la discusión, no tanto el contenido, sino esto, y han enviado el documento, después hubo dos o tres encuentros de diálogo, de esclarecimiento y el Arzobispo Ladaria ha enviado esa carta pero con mi permiso. No lo hizo por su cuenta".
"Yo he dicho: sí, es mejor dar un paso adelante y decir que el documento todavía no es maduro, aquello decía la carta, y que debía estudiarse más la cosa. Después hubo otra reunión y al final estudiarán la cosa. Creo que esto será un documento orientativo para que cada uno de los obispos diocesanos pueda gestionar lo que ya el Derecho Canónico permite. No ha sido ningún freno. Es regir la cosa para andar por buen camino. Cuando he visitado la iglesia luterana de Roma, fue hecha una pregunta de este tipo y he respondido de acuerdo al espíritu del Código de Derecho Canónico. Y es el espíritu que buscan ahora".
"Tal vez no fue una información precisa en el momento justo y un poco de confusión, pero este es el tema: la Iglesia particular, el Código lo permite; la Iglesia local, no puede, sería universal (periodista: la Iglesia local es la conferencia). La Conferencia, pero la Conferencia puede estudiar y dar las orientaciones para ayudar a los obispos a actuar en los casos particulares. Gracias".
[Explica ReL: Respecto a los protestantes, el Derecho Canónico permite dar la comunión en algunos casos a aquellos que realmente creen en la presencia real (en el sentido católico de la frase "presencia real", porque hay protestantes que usan esta frase pero no se refieren a lo mismo que los católicos). Así, leemos en el canon 844: "Si el peligro de muerte está presente o si, a juicio del obispo diocesano o la conferencia episcopal, otra grave [seria] necesidad urge a ello, los ministros católicos administran estos sacramentos lícitamente a otros cristianos que no tengan plena comunión con la Iglesia católica, que no puedan acercarse a un ministro de su propia comunidad y que lo buscan por su propio acuerdo, si es que manifiestan una fe católica respecto a estos sacramentos y están dispuestos con propiedad".]
Refugiados y migraciones: acoger, educar e integrar
Eva Fernández, de la cadena de radio COPE, preguntó por "los incidentes de la nave Aquarius y otros casos como la separación de las familias en Estados Unidos" y planteó: "¿Cree que algunos gobiernos instrumentalizan el drama de los refugiados para hacerse fotografías?"
Francisco no comentó las fotografías que se hacen los Gobiernos y distinguió entre refugiados y migrantes, dando una panorámica global de la situación.
"He hablado mucho sobre los refugiados. Los criterios son los que ya he dicho: acoger, acompañar, educar, integrar. Son criterios para todos los refugiados. Luego he dicho que todos los países deben hacer esto con la virtud del gobierno que es la prudencia, porque un país debe acoger todos los refugiados que pueda e integrarlos: educar, integrar, darles trabajo. Esto en el plano tranquilo y sereno de los refugiados. Aquí estamos viviendo una ola de refugiados que huyen de las guerras y del hambre. Guerras y hambre en muchos países de África. Guerra y persecución en Medio Oriente. Italia y Grecia han sido generosísimos en acoger. Para el Medio Oriente, Turquía respecto a Siria ha recibido a muchos. Líbano, muchos, sirios y libaneses; y luego Jordania, y otros países como España han recibido".
"Está el problema del tráfico de inmigrantes y está el problema cuando, en algunos casos, vuelven, porque deben volver. No conozco bien los términos del acuerdo, pero si están en aguas … deben volver. Y he visto las fotografías de las cárceles de los traficantes que separan rápido hombres y mujeres. Las mujeres y los niños van (aparte). Esto hacen los traficantes. Hay un caso que conozco: que los traficantes se acercaron a un barco que acogió y les dieron las mujeres y niños, y se llevaron a los hombres. Las cárceles de los traficantes, que han regresado, son terribles, como los lagers de la Segunda Guerra Mundial (donde) se veían estas cosas: mutilaciones, tortura de un brazo… y luego los botan a los hombres a las fosas comunes".
"Por esto los gobiernos se preocupan de que no vuelvan ni caigan en las manos de esta gente. Es una preocupación mundial. Sé que los gobiernos hablan de esto y quieren hacer un acuerdo, modificar el acuerdo de Dublin sobre todo esto. En España han tenido el caso de esta nave que llegó a Valencia. Pero todo esto es un desorden".
"El problema de las guerras es difícil de resolver, el problema de la persecución de cristianos, también en Medio Oriente, también en Nigeria, el problema del hambre se puede resolver. Muchos gobiernos europeos están pensando en un plan de urgencia para invertir en aquel país, invertir inteligentemente para dar trabajo y educación, estas dos cosas, en los países de donde viene esa gente".
"Porque, una cosa que, sin ofender, pero es la verdad: en el inconsciente colectivo hay una idea mala: “África está para ser explotada. Son africanos, siempre, tierra de esclavos”. Y esto debe cambiar con este plano de inversión, de educación, de hacer crecer, porque el pueblo africano tiene muchas riquezas culturales, muchas. Y tienen una gran inteligencia. Los niños son inteligentísimos, y con una buena educación pueden ir más allá. Este será el camino a mediano plazo, pero por el momento los gobiernos deben ponerse de acuerdo para ir adelante con esta emergencia. Esto aquí en Europa".
"Vamos a América. En América Latina hay un problema migratorio grande, y hay un problema migratorio interno grande. En mi patria hay un gran problema migratorio del norte al sur. Mucha gente deja el campo porque no hay trabajo y van a las grandes ciudades y hay estas megalópolis, todas estas cosas. También hay migraciones externas a países que dan trabajo. Hablando concretamente sobre Estados Unidos, yo estoy tras lo que dicen los obispos del país. Me quedo con ellos".
Los derechos humanos, "sin fuerzas ni entusiasmo"
A Deborah Castellano Lubov, de la agencia Zenit, Francisco le habló sobre los derechos humanos y la cultura de la paz en la actualidad, que necesita mediación.
"Creo que hoy en el almuerzo un pastor dijo que tal vez el primer derecho humano es el derecho a la esperanza, y me ha gustado", explicó el Pontífice.
"La crisis de los derechos humanos se ve clara. Se habla un poco de derechos humanos, pero muchos grupos o algunos países, toman distancia. Sí, derechos humanos, pero no hay fuerza ni entusiasmo, la convicción. No digo de 70 años, sino de 20 años. Y esto es grave porque debemos ver las causas, pero ¿cuáles son las causas por las que hemos llegado a esto?. Hoy los derechos humanos son relativos. También el derecho a la paz es relativo. Una crisis de derechos humanos".
"Luego, “iglesias de la paz”. Creo que todas las iglesias que tienen este espíritu de paz deben reunirse y trabajar juntas como hemos dicho en el discurso hoy. Ya sea yo o las otras personas que han hablado. En el almuerzo también se habló de la unidad para la paz, es una exigencia porque si hay el riesgo de una guerra que nosotros… Alguno dijo esto: esta tercera guerra mundial si se hace, no sabemos con qué armas se hará, pero si hubiese una cuarta, se hará con bastones porque la humanidad estará destruida".
"El compromiso por la paz es serio pero cuando se piensa en el dinero que se gasta en el armamento… El mandato de Dios, la paz, la hermandad, la humanidad unida. Todos los conflictos no los resuelvan como Caín, sino con la negociación, con el diálogo, con la mediación. Estamos en crisis de mediación. La mediación es una figura jurídica muy rica que hoy está en crisis. Crisis de esperanza, crisis de derechos humanos, crisis de mediación, crisis de paz".
"Si usted dice que hay religiones de paz, me pregunto. ¿Hay religiones de guerra? Es difícil de entender esto. Es difícil, pero ciertamente hay algunos grupos en casi todas las religiones, grupos pequeños, un poco –simplemente diré– fundamentalistas, que buscan la guerra. También nosotros católicos tenemos alguno. Buscan siempre la destrucción. Esto es muy importante tenerlo ante los ojos".
Vídeo de casi 12 horas con todas las actividades del Papa Francisco en Suiza
Misa del Papa Francisco en Ginebra