Una mujer sin trabajo que sufrió malos tratos en casa; una mujer sin techo; una guía scout de 18 años hundida por la pandemia; un expresidiario que ha pasado 25 años en prisión...
Esos han sido los cuatro interlocutores del Papa Francisco en un programa televisivo de Mediaset en Italia (Tele5, el canal de, por ejemplo, Gran Hermano) acompañados de un periodista vaticanista, Fabio Marchese Ragona.
Se puede ver completo en italiano AQUÍ (47 minutos).
A Giovanna, madre de 4 hijos, que perdió el trabajo y sufrió malos tratos, el Papa le propuso contemplar la Piedad de Miguel Ángel (la famosa escultura renacentista de la Virgen con el cuerpo de su Hijo muerto en sus brazos) reflexionando sobre la propia dignidad.
“El número de mujeres que son golpeadas, maltratadas en el hogar, incluso por sus maridos, es muy grande. El problema para mí es casi satánico”, denunció ante el testimonio de Giovanna. “Es humillante, muy humillante. Es humillante que un padre o una madre abofetee a un niño, es muy humillante y siempre lo digo, nunca abofetear a un niño. ¿Por qué? Porque la dignidad es la cara. Esta es la palabra que me gustaría retomar porque detrás de ella está su pregunta: ¿permanece la dignidad en mí? ¿Cuál es mi dignidad después de todo esto, cuál es la dignidad de las mujeres golpeadas y maltratadas?”.
Caer en manos de los usureros
Con María, la mujer sin hogar, el Papa habló de "la cultura de la indiferencia en la que intentamos alejarnos de los problemas reales, del dolor de la falta de vivienda, de la falta de trabajo. Por el contrario, con esta pandemia los problemas han aumentado porque se ha llamado a la puerta de los que ofrecen dinero en préstamo: los usureros. Un pobre, una persona necesitada, cae en manos de los usureros y lo pierde todo, porque no perdonan. Es crueldad sobre crueldad, lo digo para llamar la atención de la gente y que no sea ingenua; la usura no es una salida al problema, la usura te trae nuevos problemas”.
(El tema de la usura es especialmente importante en el sur de Italia, donde gran parte de la economía es informal, la gente se endeuda con grupos mafiosos o semimafiosos y debe luego pagar con dinero que no tiene o favores corruptos; la pandemia ha multiplicado este problema).
Con el antiguo preso, el Pontífice habló de la esperanza y el perdón. "Está Dios, no volando por ahí, sino Dios junto a ti, porque el estilo de Dios es la cercanía, la compasión y la ternura… Dios está con cada uno de los presos, con cualquier persona que pase por dificultades… No lo dices, pero sabes en tu corazón que estás perdonado y que tienes esa esperanza que no defrauda… Por eso puedo decirte una cosa: Dios siempre perdona, Dios siempre perdona… Nuestra fuerza reside en la esperanza de este Dios cercano, compasivo y tierno, tierno como una madre”.
Contacto en persona, las pantallas no bastan
Y con la joven guía scout el Papa habló de las nuevas tecnologías y el daño de aislarse, de encerrarse sólo con las pantallas.
“Necesitamos el contacto, el contacto cara a cara, pero tenemos la tentación de aislarnos con otros métodos, por ejemplo, el contacto sólo por teléfono móvil, las amistades por teléfono móvil, la falta de diálogo concreto. Habéis aprendido de esta situación que el diálogo concreto no puede ser sustituido por el diálogo on line”, le recalcó el pontífice a Maristella.
“En el encierro todo se pone a prueba, incluso la relación con Dios… la relación con Dios no es una cosa lineal que siempre va bien, la relación con Dios tiene crisis como cualquier relación de amor en una familia… Toma el Evangelio, en el mismo Evangelio está la palabra de Dios que te arreglará otra vez; me dan miedo los predicadores que quieren curar la vida en crisis con palabras, palabras, palabras. La vida en crisis se cura con cercanía, compasión, ternura. Es el estilo de Dios”, recalcó.
Francisco animó a celebrar la Navidad "con Jesús, es decir, con paz en el corazón. Y a todos los que me escuchan, les deseo una feliz Navidad. Haz una fiesta, haz regalos, pero no te olvides de Jesús. La Navidad es Jesús que viene, Jesús que viene a tocar tu corazón, Jesús que viene a tocar tu familia, que viene a ti, a tu casa, a tu corazón, a tu vida. Es fácil vivir con Jesús, es muy respetuoso, pero no le olvides”.