Como anticipó el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, el Papa Francisco ha hecho este domingo su primera aparición pública en el balcón del Policlínico A. Gemelli de Roma tras la operación quirúrgica del 4 de abril.

Durante los diez minutos que duró la intervención, Francisco se mostró alegre y con buen aspecto. Tras agradecer el apoyo y las oraciones de los fieles, comentó el evangelio que describe cómo los discípulos enviados por Jesús ungían con aceite a los enfermos y los curaban.

Todos podemos ungir: una visita, una llamada o una mano tendida

“Este aceite hace pensar en el sacramento de la unción de enfermos, que consuela el espíritu y el cuerpo. Pero este aceite es también la escucha, la cercanía, la atención y la ternura de quien cura a la persona enferma. Es como una caricia que calma el dolor y anima”.

“Tarde o temprano”, comentó el Papa “todos necesitamos esta unción y todos podemos dársela a alguien mediante una visita, una llamada telefónica o una mano tendida a quien necesita ayuda. Recordemos que uno de los criterios que destaca Mateo en el juicio final es la cercanía a los enfermos”.

La sanidad gratuita, un bien a mantener

Francisco hablo de su propia experiencia como paciente durante la última semana, en la que ha experimentado “lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible para todos. No debemos perder este bien tan precioso, tenemos que mantenerlo, y para ello debemos esforzarnos todos, porque sirve a todos y requiere la contribución de todos”, añadió. “Hay que salvar las instituciones gratuitas”.

Antes de concluir, el Papa expresó su “aprecio y aliento por todos los médicos y el personal sanitario y hospitalario”. Acto seguido pidió rezar por todos los enfermos, especialmente por los niños que sufren en ese y otros hospitales y que le acompañaron durante la oración.

Intervención completa del Papa Francisco durante el Ángelus del 11 de julio.

Rezó por el fin de la violencia en Haití

Tras el rezo del Avemaría, ha expresado su cercanía y su oración por Haití, país inmerso en un clima de violencia y conflictividad desde el asesinato el pasado miércoles del presidente del Jovenel Moïse. “Me uno al llamado de los obispos del país a escoger la vida y el interés de todos y cada uno. Estoy cercano al pueblo haitiano y rezo para que cese la espiral de violencia y se construya un camino con un futuro de paz”.

Francisco dedicó unas últimas palabras a “todos aquellos que tienen en el mar la fuente de trabajo y sostén”, así como a los que se encuentran actualmente realizando la peregrinación al santuario polaco de Czestochowa.

Sin incidentes en la operación

La operación de Francisco del pasado 4 de abril, motivada por una estenosis diverticular, se desarrolló a lo largo de tres horas sin complicaciones, y la evolución del Santo Padre fue positiva durante toda la semana.

A lo largo de su ingreso, el Papa ha agradecido las numerosas muestras de cariño que le hacían llegar tanto el personal sanitario como los fieles, y tanto el viernes como el sábado celebró la Santa Misa en la capilla privada de su apartamento.