Regresa un año más la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores en el Vaticano y la Penitenciaría Apostólica, con el fin de aumentar la devoción y procurar la salvación de las almas, concede la indulgencia plenaria a los que participen en ella.

La Iglesia concede la indulgencia a los que se confiesen, comulguen y recen por las intenciones del Santo Padre. Ya sean abuelos, mayores... y a todos los fieles que, movidos por un verdadero espíritu de penitencia y caridad, participen en la cuarta Jornada, que será el 28 de julio de 2024, y en los diversos servicios que se celebrarán en todo el mundo. La indulgencia también podrá aplicarse como sufragio por las almas del Purgatorio.

Enfermos y los que no puedan salir de casa

La indulgencia se aplicará a los fieles que dediquen un tiempo adecuado a visitar a los hermanos mayores necesitados o en dificultad (como enfermos, gente sola, discapacitados…). También podrá concederse a los mayores enfermos y a sus cuidadores, así como a todos aquellos que no pudiendo salir de casa por un motivo grave y que se unan espiritualmente a la Jornada Mundial ofreciendo a Dios sus oraciones, dolores o sufrimientos, especialmente mientras se retransmitan las celebraciones a través de los medios de comunicación.

"Para que la oportunidad de alcanzar la gracia divina mediante el poder de las llaves de la Iglesia pueda realizarse más fácilmente a través de la caridad pastoral, esta Penitenciaría pide encarecidamente a los sacerdotes, dotados de las facultades oportunas para oír la confesión, que se pongan a disposición, con espíritu dispuesto y generoso, para la celebración del Sacramento de la Penitencia", dice la nota de Penitenciaría.