El Papa Francisco ha celebrado la Eucaristía este martes en la Casa Santa Marta, y en cuya homilía ha hablado d la acción del demonio y cómo “siembra el odio en el mundo, que provoca la muerte”.
De este modo, el Santo Padre recalcó que “Dios nos ha creado a su imagen”, porque “somos hijos de Dios, pero fue por “la envidia del demonio” que “la muerte entró en el mundo”. El Papa explicó que fue “la envidia del ángel soberbio quien no quiso aceptar la encarnación” lo llevó a “destruir la humanidad”.
La acción del demonio en el mundo
Tal y como recoge Aciprensa, el Pontífice advirtió que así inicia “la lucha y el deseo de destruir” porque en nuestro corazón hay “celos, envidia, competencia” en lugar de vivir “como hermanos, todos en paz”.
Y recordó que “Caín y Abel eran hermanos, pero los celos, la envida de uno destruyó al otro”, “las guerras, las destrucciones, la gente que por las guerras muere de enfermedades”.
“Detrás de esto hay alguien que nos mueve a hacer estas cosas. Esto es lo que llamamos tentación. Cuando vamos a confesarnos, le decimos al padre: ‘Padre, he tenido esta tentación, esta otra, esa otra...’. Alguien que toca tu corazón para hacerte ir por el camino equivocado. Alguien que siembra destrucción en nuestros corazones, que siembra odio. Y hoy debemos decirlo claramente, hay tantos sembradores de odio en el mundo, que destruyen”, afirmó el Papa.
Por ello, Francisco indicó que en el alma hay “una semilla de envidia del demonio” y agregó que el demonio tiene envidia “de nuestra naturaleza humana” porque “el Hijo de Dios se hizo uno de nosotros. Esto no puede tolerarlo, no consigue tolerarlo”.
“Esta es la raíz de la envidia del demonio, es la raíz de nuestros males, de nuestras tentaciones, es la raíz de las guerras, del hambre, de todas las calamidades en el mundo”, advirtió.
¿Por qué se siembra tanto odio?
Además, el Santo Padre se refirió a la tentación de algunos políticos de “ensuciar al otro, de destruir al otro” sea con mentiras, que con la verdad y así, no realiza una confrontación política saludable para el “bien del país”.
“Quisiera que hoy cada uno de nosotros piense: ¿por qué hoy en el mundo se siembra tanto odio? En las familias, que en ocasiones no pueden reconciliarse, en el barrio, en el lugar de trabajo, en la política… El sembrador de odio es esto. Por la envidia del demonio la muerte entró en el mundo. Algunos dicen: pero padre, el demonio no existe, es el mal, un mal así etéreo. Pero la Palabra de Dios es clara”, exclamó el Papa.