Durante muchos miércoles, el Papa ha dedicado sus catequesis durante la audiencia semanal al tema de la Evangelización y la Misión, a menudo poniendo ejemplos de misioneros, otras veces con ejemplos bíblicos, y otras centrándose en formas de evangelizar. Este 6 de diciembre el Papa Francisco ha dado la catequesis final que cierra este ciclo temático, centrándose en el Espíritu Santo: sin Él no hay evangelización y los discursos sobre Dios y la fe suenan vacíos.
El Papa acudió al Aula Pablo VI del Vaticano, ante cientos de peregrinos, pero habló muy poco por razones de salud. Indicó que está "mucho mejor" de la gripe que le ha provocado una inflamación pulmonar, pero dejó claro: "Me canso si hablo mucho".
Como sucedió la semana pasada, la catequesis en italiano preparada por el Papa la pronunció Filippo Ciampanelli, miembro de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. El Papa tampoco pronunció la versión resumida en español, que leyó un colaborador.
"El Anuncio es en el Espíritu Santo"
El tema de la catequesis fue: "El anuncio es en el Espíritu Santo".
"Para comunicar a Dios no bastan la alegre credibilidad del testimonio, la universalidad del anuncio y la actualidad del mensaje. Sin el Espíritu Santo todo celo es vano y falsamente apostólico: sería solo nuestro y no traería fruto", afirma el Pontífice en su texto.
"El Espíritu es el protagonista, precede siempre a los misioneros y hace brotar los frutos", detalla. "En su celo apostólico la Iglesia no se anuncia a sí misma, sino una gracia, un don, y el Espíritu Santo es precisamente el Don de Dios", aclaró.
Confiar en el Espíritu y su primacía "no debe inducirnos a la indolencia", precisó el Pontífice.
Madres con niños enfermos en el Aula Pablo VI en la catequesis y audiencia de miércoles del Papa Francisco.
La creatividad con el Espíritu Santo
"El Señor no nos ha dejado cuadernos de teología o un manual de pastoral para aplicar, sino al Espíritu Santo que suscita la misión. Y la audacia valiente que el Espíritu Santo infunde nos lleva a imitar su estilo, que siempre tiene dos características: la creatividad y la sencillez", añade.
La creatividad, dijo, es esencial "para anunciar a Jesús con alegría, a todos y en el hoy". "En esta época nuestra, que no ayuda a tener una mirada religiosa sobre la vida, en la que el anuncio se ha convertido en varios lugares más difícil, cansado, en apariencia infructuoso, puede nacer la tentación de abandonar el servicio pastoral", advirtió.
A veces hay tentaciones, dijo, "que se disfrazan de fidelidad a la tradición, pero a menudo, más que respuestas al Espíritu, son reacciones a las insatisfacciones personales".
"La creatividad pastoral, el ser audaces en el Espíritu, ardientes de su fuego misionero, es prueba de fidelidad a Él", puntualizó.
"Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los que queremos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina", avisó el Papa.
Espíritu Santo en el primer anuncio y en cada reunión
Sobre la sencillez, destacó que funciona bien "porque el Espíritu nos lleva a la fuente, al primer anuncio".
Invitó a los fieles a dejarse "cautivar" por el Espíritu Santo y a invocarlo cada día, para que “sea Él el principio de nuestro ser y de nuestro obrar; que sea el inicio de toda actividad, encuentro, reunión y anuncio".
"Él vivifica y rejuvenece la Iglesia: con Él no debemos temer, porque Él, que es la armonía, mantiene siempre creatividad y sencillez juntas, suscita la comunión y envía en misión, abre a la diversidad y reconduce a la unidad. Él es nuestra fuerza, el aliento de nuestro anuncio, la fuente del celo apostólico", concluyó.
Al finalizar la catequesis, el Papa Francisco animó a orar "por los que sufren el drama de la guerra”, en particular en Ucrania, Israel y Palestina. Insistió en una idea que repite con frecuencia: "La guerra es una derrota, solo ganan los fabricantes de armas".
Resumen en español de la catequesis preparada por el Papa:
Queridos hermanos y hermanas:
Hemos visto en las catequesis anteriores tres características del anuncio del Evangelio: es alegría, para todos y para hoy. En esta ocasión, reflexionamos sobre un último aspecto: el protagonista del anuncio es el Espíritu Santo. Sin el Espíritu Santo el celo apostólico sería vano, se convertiría en algo sólo nuestro y no daría verdadero fruto. La Iglesia no se anuncia a sí misma, sino que anuncia una gracia, un don, precisamente el “Don de Dios”, con mayúsculas, que es su mismo Espíritu.
El Espíritu Santo suscita la misión con creatividad y sencillez; dos notas distintivas que estamos llamados a vivir también nosotros.
En primer lugar, creatividad pastoral, para anunciar a Jesús en toda circunstancia y buscar siempre nuevos caminos evangelizadores que vayan al encuentro de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.
Y también sencillez, para que, iluminados por el Espíritu Santo, sepamos volver a las fuentes del primer anuncio y transmitir lo esencial de nuestra fe, con frescura y entusiasmo.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Pidamos al Espíritu Santo, por intercesión de nuestra Madre Inmaculada —cuya solemnidad celebramos el próximo viernes—, que nos preceda y acompañe en cada uno de nuestros apostolados y renueve en nosotros el celo apostólico, concediéndonos creatividad pastoral y sencillez evangélica. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Muchas gracias.