La primera parada del Papa le llevó a visitar la comunidad fundada por el sacerdote Zeno Saltini y por la laica Irene Bertoni en Nomadelfia, cuando en la II Guerra Mundial crearon un hogar para niños abandonados. La vida de comunidad y fraternidad en la que viven las familias se inspira en los Hechos de los Apostoles. Es un pueblo donde no hay propiedad privada, no se usa el dinero y todo es en común.
“Continúen en este camino, encarnando el modelo del amor fraterno, a través de obras y signos visibles, en los múltiples contextos donde la caridad evangélica los llama, pero siempre conservando el espíritu de Don Zeno que quería una Nomadelfia ‘ligera’ y esencial en sus estructuras”, les ha dichi el Papa Francisco este jueves.
En su discurso, el Pontífice recordó la figura del fundador de la Comunidad de Nomadelfia, Don Zeno Saltini y animó a quienes siguen el camino trazado por este hombre de Dios. “Nomadelfia es una realidad profética que se propone realizar una nueva civilización, actuando el Evangelio como forma de vida buena y bella”.
Tal y como recoge Vatican News, el Papa les recordó que “Vuestro fundador se dedicó con ardor apostólico a preparar el terreno para la semilla del Evangelio, para que pudiera dar frutos de vida nueva”.
Don Zeno Saltini, señaló el Papa Francisco, soñaba y tenía como objetivo de toda su existencia una Comunidad inspirada en el modelo delineado en los Hechos de los Apóstoles (4,32), donde la principal característica sea la “Ley de la Fraternidad”. “Por ello – dijo el Pontífice – los exhorto a continuar en este estilo de vida, confiando en la fuerza del Evangelio y del Espíritu Santo, mediante vuestro trasparente testimonio cristiano”.
El Papa reza ante la tumba de don Zeno / Vatican Media
Por ello, el Santo Padre animó a los miembros de la Comunidad de Nomadelfia a seguir el lenguaje del amor, el único lenguaje comprensible ante el sufrimiento en el mundo. “Así Nomadelfia – precisó el Pontífice – en respuesta a una especial vocación del Señor, se establece relaciones bien solidas de aquellas de parentela. Se actúa una consanguineidad con Jesús, propio de quien ha renacido del agua y del Espíritu Santo”.
Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco quiso subrayar también “otro signo profético y de gran humanidad de Nomadelfia: se trata de la atención amorosa a los ancianos que, incluso cuando no gozan de buena salud, permanecen en familia y son ayudados por los hermanos y las hermanas de toda la comunidad”.
Nomadelfia: el pueblo católico donde no se usa dinero, no hay propiedad privada y todo es en común