El Papa Francisco ha hecho llegar un videomensaje a los religiosos españoles, que lo han visto reunidos este jueves por la tarde en la 47ª Semana para los Institutos de Vida Consagrada, en el salón de la Fundación Pablo VI de Madrid.

Hablando en español, el Papa Francisco ha querido llamar la atención de los religiosos sobre temas relacionados: "el Sínodo [de los jóvenes], los jóvenes, las vocaciones, la vocación a la vida religiosa". 

Ha admitido el Pontífice que "faltan vocaciones" pero ha animado a no quedarse "en esta lamentela". Ha mostrado un fuerte escepticismo respecto a las "técnicas de marketing" para remontar el número de vocaciones.

Ha propuesto, más bien, "escuchar las inquietudes de los jóvenes y también la de los ancianos. Métanlos juntos y la cosa va a andar bien".

Esto es así porque el Papa, después de leer un libro de Baumann sobre las postmodernidad líquida, teme que los jóvenes pierdan todas sus raíces. "Quizás el trabajo de hoy sea preparar el camino para que se vea aquello que anunció Joel: «Los ancianos soñarán y los jóvenes profetizarán»", ha declarado, citando la famosa profecía de Joel (2,28) que suele relacionarse con los dones del Espíritu Santo y la acción del Espíritu en el pueblo de Dios. 


Instituto Teológico de Vida Religiosa (Madrid), jueves, 5 de abril de 2018

P. Martínez Oliveras, y a todos ustedes que están reunidos reflexionando en este tema que nos lleva hacia el Sínodo: los jóvenes, las vocaciones, la vocación a la vida religiosa. Y, por supuesto, el telón de fondo es «faltan vocaciones». 

Y nos podemos quedar en esa lamentela; estar ahí con esa música de fondo de llorar glorias pasadas cuando el Señor nos dice: «Mira hacia delante y mira lo que tenéis que hacer».

Pero no hagais proselitismo, por favor. Buscad maneras para abrir caminos para que el Señor pueda hablar, para que el Señor pueda llamar. No hagas campaña electoral ni campañas de tipo comercial porque el llamado de Dios no entra en las pautas del marketing. Es otra cosa. Así que, ¡anímense y sigan adelante!

Respecto de los jóvenes solo les quisiera sugerir una cosa que los puede ayudar.

Me impresionó la traducción alemana del último libro de Z. Bauman (el original salió en italiano, Nacidos líquidos [Nati liquidi]) pero la traducción alemana puso: Sin raíces [Die Entwurzelten]. Mi gran temor es que nuestros jóvenes pierdan las raíces. Tengo miedo de eso. Quizás el trabajo de hoy sea preparar el camino para que se vea aquello que anunció Joel: «Los ancianos soñarán y los jóvenes profetizarán» (2,28). Y hoy más que nunca es necesario que los jóvenes tengan un diálogo con los ancianos. Mucha de la generación del medio, la de sus padres, está a mitad de camino.

Estamos a tiempo de recuperar raíces. También estamos a tiempo de y estamos a tiempo de hacer soñar a esos hombres y mujeres para que nos den después a los jóvenes la capacidad de profetizar. El diálogo entre los abuelos y los nietos es un diálogo intergeneracional de alto nivel. Y todavía estamos a tiempo: no lo perdamos. Y vean la manera de escuchar las inquietudes de los jóvenes y también la de los ancianos. Métanlos juntos y la cosa va a andar bien.

En cuanto al número de vocaciones que el Señor decida. Nosotros hagamos lo que Él nos pidió: rezar y testimoniar. («Yo quiero ser como ése». «Yo quiero ser como ésa»).

Que Dios los bendiga. Recen por mí. Que se diviertan. No pierdan el sentido del humor.