Este próximo 25 de marzo se celebra la Jornada Mundial de la Juventud, que servirá de preparativo para la que se celebrará en Panamá en 2019. En un mensaje enviado a los jóvenes, el Papa Francisco les ha recordado que “el Señor, la Iglesia, el mundo, esperan también su respuesta a esa llamada única que cada uno recibe en esta vida”.
“Esta nueva etapa de nuestra peregrinación – señala el Pontífice – cae en el mismo año en que se ha convocado la Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre el tema: Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”.
El Papa considera una gran coincidencia este hecho, ya que “la atención, la oración y la reflexión de la Iglesia estarán puestas en ustedes, los jóvenes, con el deseo de comprender y, sobre todo, de ‘acoger’ el don precioso que representáis para Dios, para la Iglesia y para el mundo”.
Del mismo modo, el Pontífice recuerda que el tema elegido para esta Jornada es la figura de María, la joven de Nazaret, a quien Dios escogió como Madre de su Hijo, para que nos acompañe en este viaje con su ejemplo y su intercesión.
Al igual que María, el Papa Francisco invita a los jóvenes a no tener miedo. María, como otros personajes de las Sagradas Escrituras, tiembla ante el misterio de la llamada de Dios, que en un instante la sitúa ante la inmensidad de su propio designio y le hace sentir toda su pequeñez, como una humilde criatura. Es la “emoción” que se siente frente a las decisiones sobre el futuro, señala el Pontífice, el estado de vida, nuestra vocación.
“En los momentos en que las dudas y los miedos inundan nuestros corazones – señala el Pontífice – resulta imprescindible el discernimiento. Nos permite poner orden en la confusión de nuestros pensamientos y sentimientos, para actuar de una manera justa y prudente. En este proceso, lo primero que hay que hacer para superar los miedos es identificarlos con claridad, para no perder tiempo y energías con fantasmas que no tienen rostro ni consistencia”.
El discernimiento se vuelve indispensable cuando se trata de encontrar la propia vocación, subraya el Papa Francisco, el discernimiento, en este caso, no pretende ser un esfuerzo individual de introspección, con el objetivo de aprender más acerca de nuestros mecanismos internos para fortalecernos y lograr un cierto equilibrio. Y para esto, se necesita entonces el silencio de la oración para escuchar la voz de Dios que resuena en la conciencia.
Tal y como informa Vatican News, el primer motivo para no tener miedo, afirma el Santo Padre, es precisamente el hecho de que Dios nos llama por nuestro nombre. “Cuando Dios llama por el nombre a una persona – puntualiza el Papa – le revela al mismo tiempo su vocación, su proyecto de santidad y de bien, por el que esa persona llegará a ser alguien único y un don para los demás”.
El Papa hace un llamamiento a los jóvenes: “La gracia de Dios toca el hoy de vuestra vida, os ‘aferra’ así como sois, con todos vuestros miedos y límites, pero también revela los maravillosos planes de Dios. Vosotros, jóvenes, tenéis necesidad de sentir que alguien confía realmente en vosotros. Sabed que el Papa confía en vosotros, que la Iglesia confía en vosotros. Y vosotros, ¡confiad en la Iglesia!”.
“A medida que se aproxima la JMJ de Panamá, os invito a prepararos para nuestra cita con la alegría y el entusiasmo de quien quiere ser partícipe de una gran aventura. La JMJ es para los valientes, no para jóvenes que sólo buscan comodidad y que retroceden ante las dificultades. ¿Aceptáis el desafío?”, concluyó Francisco.