El Papa Francisco recibió este sábado a decenas de niños de la Acción Católica. El encuentro se celebró en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico y en él Santo Padre quiso preguntarles si ayudaban a los más necesitados.
Los niños ayudan a pobres, enfermos y recientemente se ha puesto en marcha otra para estar con los ancianos, por lo que el Papa se mostró contento y agradecido. “Esto es algo muy hermoso e importante, porque los ancianos son la memoria histórica de cada comunidad, un patrimonio de sabiduría y de fe que hay que escuchar, cuidar y valorizar”, señaló.
“Muchas veces hay personas olvidadas: ninguno las mira, ninguno quiere verlas. Son los más pobres, los más débiles, relegados a los márgenes de la sociedad porque son considerados un problema. Sin embargo, son la imagen del Niño Jesús rechazado y que no ha encontrado acogida en la ciudad de Belén, son la carne viviente de Jesús sufriente y crucificado”.
Francisco exhortó a preguntarse si de verdad prestan atención a estar personas e incluso si en la vida han estado poco atentos a sus necesidades. “Estas son vuestras ‘periferias’: probad a fijar el objetivo sobre los compañeros y las personas que ninguno ve nunca y dad el primer paso para encontrarlas, donad un poco de vuestro tiempo, una sonrisa, un gesto de ternura”.