En el rezo del Regina Caeli de este IV Domingo de Pascua, el del Buen Pastor, el Papa Francisco quiso analizar una frase del Evangelio de hoy que dice: “mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen”.
Francisco resaltó que esta cita tiene tres verbos: “escuchar, conocer y seguir”.
“Las ovejas escuchan la voz del pastor. La iniciativa siempre viene del Señor; todo parte de su gracia: es él quien nos llama a la comunión con Él. Pero esta comunión nace si nos abrimos a la escucha; si permanecemos sordos no puede darnos esta comunión. Abrirse a la escucha porque escuchar significa disponibilidad, significa docilidad, significa tiempo dedicado al diálogo”, recuerda el Santo Padre.
En este sentido, hizo una invitación: “preguntémonos hoy si somos hijos de la escucha, si encontramos tiempo para la Palabra de Dios, si damos espacio y atención a nuestros hermanos y hermanas. Si sabemos escuchar hasta que el otro pueda expresarse hasta el final, sin cortar su discurso. Quien escucha a los demás también sabe escuchar al Señor, y viceversa. Y experimenta algo muy hermoso, a saber, que el mismo Señor escucha: nos escucha cuando le rezamos, cuando confiamos en él, cuando le invocamos”.
El segundo verbo es conocer, y la “escucha de Jesús se convierte así en el camino para descubrir que Él nos conoce”. Además, el Papa explicó que “conocer en sentido bíblico también significa amar”.
“Jesús busca una cálida amistad, una confianza, una intimidad. Él quiere darnos un conocimiento nuevo y maravilloso: el de saber que siempre somos amados por Él y por lo tanto nunca dejados solos a nosotros mismos. Estando con el buen pastor se vive la experiencia de la que habla el Salmo: ‘Aunque vaya a un valle oscuro, no temo mal alguno, porque tú estás conmigo" ( Sal .23.4)’”, señaló.
Y entonces, Francisco invitó nuevamente a hacerse varias preguntas: “¿me dejo conocer por el Señor? ¿Le hago lugar en mi vida, le aporto lo que vivo? Y, después de tantas veces en las que he experimentado su cercanía, su compasión, su ternura, ¿qué idea tengo del Señor? El Señor está cerca, el Señor es un buen pastor”.
Por último, el Pontífice indicó que las ovejas que escuchan, conocen y siguen: “escuchan, se sienten conocidas por el Señor y siguen al Señor, que es su pastor”.
“Quien sigue a Cristo, ¿qué hace? Va donde Él va, por el mismo camino, en la misma dirección. Va a buscar a los que están perdidos, se interesa por los que están lejos, se toma en serio la situación de los que sufren, sabe llorar con los que lloran, tiende la mano a su vecino, lo pone sobre sus hombros. ¿Y yo? ¿Solo me dejo amar por Jesús y de dejarme amar paso a amarlo, a imitarlo? Que la Virgen Santa nos ayude a escuchar a Cristo para conocerlo cada vez más y seguirlo por el camino del servicio. Escucha, conócelo y síguelo”, interpeló el Papa.