El Papa Francisco presidió dessde su balcón en la Plaza de San Pedro su segundo Angelus desde que lo retomara tras las vacaciones. El Santo Padre comentó el relato del Evangelio de San Mateo donde describe el episodio en el que Jesús, después de haber rezado durante toda la noche a las orillas del lago de Galilea, se dirigió hacia la barca de sus discípulos, caminando por las aguas. Los discípulos al verle, lo confundieron con un fantasma y se llenaron de miedo. Jesús les pide que no tenga miedo y Pedro, baja de la barca para caminar por el agua hacia Jesús, y debido al fuerte viento se empieza a ahogar… pero Jesús le tiende la mano y le salva.
Según recoge Radio Vaticano, el Papa relata este episodio para hacer ver que este suceso nos hace reflexionar acerca de la fe. “La barca es la vida de cada uno de nosotros y es también la vida de la Iglesia”, dijo el Papa Francisco desde el balcón de la Plaza de San Pedro, mientras que “el viento contrario representa las dificultades y las pruebas”.
“ A Pedro no le bastaba la palabra segura de Jesús, que era como la cuerda extendida a la cual aferrarse para hacer frente a las aguas hostiles y turbulentas” dijo Francisco, asegurando que es algo que también nos puede pasar a nosotros, porque “cuando no te aferras a la palabra del Señor, y consultas horóscopos y adivinos, uno se empieza a hundir”.
Además, el Santo Padre aseveró que la fe en el Señor y en su palabra no nos abre un camino donde todo es sencillo y tranquilo, es decir, no es una escapatoria de los problemas de la vida, pero nos sostiene en el camino y le da un sentido.
Antes de concluir, el Papa encomendó a la Virgen María “para que nos ayude a persistir firmemente en la fe y así soportar las tormentas de la vida”.