El Papa Francisco ha vuelto a llamar a combatir el “cáncer” de la corrupción, que considera “la peor plaga social” y el origen de graves crímenes, en el prólogo del libro Corrosione (Corrosión), que sale este jueves a la venta y que adelanta el diario Corriere della Sera.
“La corrupción es la peor plaga social porque genera gravísimos problemas y crímenes que implican a todos”, subraya Francisco en el libro escrito por el cardenal Peter Tuckson, prefecto del Dicasterio del Desarrollo Humano Integral, junto al filósofo y miembro de esa institución vaticana Vittorio Alberti.
Tal y como recoge EFE, el Santo Padre afirma que cristianos y no cristianos tienen que ser “como copos de nieve que forman una avalancha, un movimiento fuerte y constructivo. Este es el nuevo humanismo. Este renacimiento, esta recreación contra la corrupción que podemos realizar con audacia profética”.
“Trabajar todos juntos, cristianos, no cristianos, personas de cualquier fe y no creyentes, para combatir esta forma de blasfemia, este cáncer que destruye nuestras vidas”, añade.
Advierte de la necesidad “urgente” de que se tome conciencia del problema y para ello “se necesita educación, cultura misericordiosa, cooperación por parte de todos, según las propias posibilidades, talento y creatividad”.
En el prólogo de este libro, que trata sobre “cómo combatir la corrupción en la Iglesia y en la sociedad”, el pontífice considera que esta lacra es “el origen de la explotación del hombre, de la degradación y de la falta de desarrollo, del origen del tráfico de de armas, de la injusticia social y de la mortificación de mérito”.
Culpa a la corrupción de ser “la raíz de la esclavitud, del desempleo, de la incuria de las ciudades, de los bienes comunes y de la naturaleza”.
Francisco dice que la corrupción es “el lenguaje de las mafias y de las organizaciones criminales en el mundo” y que el corrupto “olvida pedir perdón porque está sacio y lleno de sí”.
El Pontífice también aborda el problema en el seno de la Iglesia y cita al cardenal francés y teólogo Henri de Lubac que aseguraba que “el peligro más grande es la mundanidad espiritual, que es la corrupción, y que es más desastrosa que la infame lepra”.
“Nuestra corrupción es la mundanidad espiritual, la tibieza, la hipocresía, el triunfalismo, el hacer prevaler solo el espíritu del mundo sobre nuestras vidas y la indiferencia”, señala Francisco.