En el Mensaje por la 51° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, hecho público este martes 24 de enero (fiesta de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas) y centrado el tema “Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos”, el Papa Francisco invita a romper el círculo vicioso de la angustia y a frenar la espiral del miedo que se centra en las “malas noticias”, con un estilo comunicativo abierto y creativo, marcado por la lógica de la “buena noticia”.
El Papa evidencia que la realidad, en sí misma, no tiene un significado unívoco y que todo depende de la mirada con la cual es percibida, del “cristal” con el que decidimos mirarla.
Y explica que “cambiando las lentes, también la realidad se nos presenta distinta. Entonces, ¿qué hacer para leer la realidad con «las lentes» adecuadas?” Se pregunta.
Para los cristianos, asegura, las lentes que nos permiten descifrar la realidad no pueden ser otras que las de la buena noticia, partiendo de la “Buena Nueva” por excelencia: el “Evangelio de Jesucristo”.
Esta buena noticia, “que es Jesús mismo, no es buena porque esté exenta de sufrimiento” – explica el Papa en el Mensaje - , sino porque contempla el sufrimiento en una perspectiva más amplia” ya que “en Cristo, Dios se ha hecho solidario con cualquier situación humana, revelándonos que no estamos solos, porque tenemos un Padre que nunca olvida a sus hijos”.
“No temas, que yo estoy contigo” afirma el Papa citando Isaías y explica que esta es la “palabra consoladora de un Dios que se implica desde siempre en la historia de su pueblo”. Con esta promesa: «estoy contigo», Dios asume, en su Hijo amado, toda nuestra debilidad hasta morir como nosotros, agrega. Y es precisamente aquí, donde la vida experimenta la amargura del fracaso, nace una esperanza al alcance de todos”, asegura. Y es bajo esta luz, concluye, que cada nuevo drama que sucede en la historia del mundo se convierte también en el escenario para una posible buena noticia”.
Francisco evidencia la importancia de las imágenes de las metáforas para comunicar la humilde potencia del Reino, como lo hacía Jesús con las parábolas. Y subraya que son “el camino privilegiado para expresar la inmensa dignidad del misterio pascual, dejando que sean las imágenes ―más que los conceptos― las que comuniquen la paradójica belleza de la vida nueva en Cristo”
El Santo Padre asegura asimismo que “la confianza en la semilla del Reino de Dios y en la lógica de la Pascua, configura también nuestra manera de comunicar”.
Y es esa confianza – dice - la que nos hace capaces de trabajar, con la convicción de que es posible descubrir la buena noticia, “presente en la realidad de cada historia y en el rostro de cada persona”.
“También hoy - dice el Papa - el Espíritu siembra en nosotros el deseo del Reino, a través de muchos ‘canales vivientes’, a través de las personas que se dejan conducir por la Buena Nueva en medio del drama de la historia, y son como faros en la oscuridad de este mundo, que iluminan el camino y abren nuevos senderos de confianza y esperanza”