El Papa está ya en Singapur, última etapa del viaje más largo de su pontificado. Con una superficie un poco menor a la isla de Menorca (España), la Iglesia está presente allí desde hace 200 años, en minoría, con un papel importante en el mundo educativo y social 

Según las últimas estadísticas de la Iglesia, solo el 3% de la población se declara católica. La Iglesia gestiona 54 centros educativos con 46.002 estudiantes, y lleva adelante 33 instituciones sociales (hospitales y dispensarios, orfanatos, residencias de ancianos o discapacitados…). La pequeña Iglesia cuenta con sus propios misioneros ad gentes –en 2011 tenía 84 misioneros en 21 países-.

38% de bautizos mayores de 7 años

Obras Misionales Pontificas (OMP) recoge el testimonio de dos misioneras de la Fraternidad Misionera Verbum Dei –una singapurense y otra española – que explican cómo se está viviendo este acontecimiento histórico.

"A nivel eclesial hay mucha expectativa", explica Monika Tjhin Punan. Nacida allí, de origen chino, es católica de segunda generación. Cuando estudiaba Farmacia en la universidad, conoció a una misionera de la Fraternidad Misionera de Verbum Dei y quiso seguir sus pasos. Hoy forma parte de la comunidad misionera de Singapur.

"A nivel nacional también hay mucho interés en la visita del Papa, porque aunque somos minoría, nuestra presencia es notable y apreciada en el país, especialmente a través de la educación", continúa la religiosa.

"En Singapur hay libertad religiosa, conviven distintas religiones: budismo, hinduismo, islam, cristianismo… hay libertad y tolerancia", explica, a OMP, Pilar Rodríguez, misionera de Verbum Dei que sirvió unos años en Singapur. "Me llamó mucho la atención que esta convivencia es casi física, en la misma calle puedes encontrar una iglesia, un templo budista y una sinagoga". "Es una sociedad muy avanzada y trabajadora, y hay mucha exigencia. Siempre tienes que ser el número uno", explica.

"Aportamos el rostro de un Dios humano y vivo, cercano; el hecho de que Jesús sea hombre, ayuda a aceptar lo que es frágil y vulnerable en las personas". El 38% de los bautismos anuales son de personas mayores de 7 años

Dos años después de que se fundara Singapur, en 1891, llegó el primer misionero: San Laurent Marie Joseph Imbert -fallecería mártir en Corea años después por no querer revelar el paradero de otros misioneros extranjeros-. Con él comenzó la presencia de la Iglesia católica en el país, que ha formado parte de la historia de este estado ciudad desde sus inicios, y hace poco ha celebrado su bicentenario.

 

"Nuestros misioneros fundadores dejaron su hogar y su país para que pudiéramos recibir en Singapur la Buena Nueva y tu amorosa salvación", reza la oración propuesta para la efeméride. "Gracias por este don de fe y por todos aquellos que trabajaron para mantenerla viva y ardiente en estos doscientos años".