La llegada de la Navidad centró este miércoles la Audiencia que realizó el Papa Francisco en el Aula Pablo VI del Vaticano. Tal y como recoge Zenit, en su catequesis el Santo Padre indicó que “contemplando el pesebre, nos preparamos a la Navidad del Señor” y precisó que “será realmente una fiesta si recibimos a Jesús, semilla de esperanza que Dios pone en los surcos de nuestra historia personal y comunitaria”.
En sus palabras en español dijo que “en las catequesis de los miércoles estamos reflexionando sobre el tema de la esperanza. Hoy, a pocos días de la Navidad, contemplamos la Encarnación del Hijo de Dios, que marca el momento concreto en el que la esperanza entró en el mundo”.
Un momento en el que “Dios se despoja de su divinidad y se acerca a su pueblo, manifestando su fidelidad y ofreciendo a la humanidad la vida eterna”, dijo.
Además, el Papa añadió que “el nacimiento de Jesús nos trae una esperanza segura, visible y evidente, que tiene su fundamento en Dios mismo. Jesús, entrando en el mundo, nos da fuerza para caminar con él hacia la plenitud de la vida y vivir el presente de un modo nuevo” y que “el pesebre que preparamos en nuestras casas nos habla de este gran misterio de esperanza”.
El Pontífice afirmó que “Dios elige nacer en Belén, un pueblito insignificante. Allí, en la pobreza de una gruta, María, Madre de la esperanza, da a luz al Redentor. Junto a ella está José, el hombre justo que confía en la palabra del Señor; los pastores, que representan a los pobres y sencillos, que esperan en el cumplimiento de las promesas de Dios, y también los ángeles cantando la gloria del Señor y la salvación que se realiza en este Niño”. Esto porque “Dios siempre escoge lo pequeño, lo que no cuenta, para enseñarnos la grandeza de su humildad”.
El Santo Padre concluyó estas palabras saludando a los peregrinos de lengua española, en particular a los provenientes de España y Latinoamérica: “Que por intercesión de la Virgen y de san José, la contemplación del misterio de la Navidad nos ayude a recibir a Jesús en nuestra vida, y podamos ser humildes colaboradores en la venida de su Reino, Reino de amor, de justicia y de paz”. Y exclamó: “¡Feliz Navidad, llena de esperanza para todos!”.