Jordi Évole va a dedicar la próxima entrega de su programa televisivo de La Sexta, "Lo de Évole", a recopilar testimonios de personas sobre cómo están pasando la cuarentena contra el coronavirus. Y, entre ellas, asegura, estará el Papa Francisco, a quien ya entrevistara hace unos meses (entonces el programa era "Salvados"). Ahora, sin embargo, se tratará de una entrevista a distancia, desde el confinamiento obligado.
El periodista anunció "un programa especial cuarentena", "historias de confinamiento. Anónimas y de gente conocida también", grabadas "desde mi casa, por Skype o lo que sea", a las 21.15. Después hizo saber que el Papa Francisco participará.
"Nuestra manera de arrimar el hombro es seguir haciendo el programa. Desde casa. Con pocos recursos. Pero con mucha alma. Con ganas de ayudar. Y reflexionar. Y este domingo volverá a estar con nosotros el Papa Francisco. Gracias @Pontifex_es", anunció en las redes sociales el presentador televisivo.
El Papa será uno más en un programa en el que compartirán temores, esperanzas y desconcierto personas que se enfrentan al virus en el día a día: “personal sanitario, de limpieza, de supermercados, transportistas…”.
La anterior entrevista
En la anterior entrevista televisiva, emitida por La Sexta, 4 millones de espectadores la siguieron por las pantallas desde España. Queda por ver qué audiencia tendrá una intervención pontificia tan peculiar cuando numerosos países han decretado medidas de confinamiento y pasan horas y horas ante la televisión.
En la anterior entrevista, que fue larga y tranquila, se trataron temas sociales y de inmigración, pero también hubo momentos en que el Papa se mantuvo firme en la defensa de la vida frente al aborto. Cuando le plantearon el caso de una mujer violada tentada de abortar respondió: "Yo la entendería en su desesperación, pero también sé que no es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema. Pero tampoco la puedes dejar en la calle", respondió Francisco con claridad. Cuando Évole insistió, en el tema, el Papa también mantuvo su argumentación: "¿Es lícito alquilar alguien que la elimine? La respuesta es tuya, no es mía"; y añadió "¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema? De ahí viene todo lo demás, pero esa es la pregunta básica".