Ante numerosos obispos llegados de todo el mundo, el Papa Francisco ha recordado que las diferencias existentes entre las etnias presentes en un mismo territorio no deben penetrar en las comunidades cristianas y que la Iglesia está llamada a estar siempre por encima de las connotaciones tribales y culturales.
Así, dijo, el obispo que es principio visible de unidad tiene la tarea de edificar incesantemente la iglesia particular en la comunión de todos sus miembros.
El Papa Francisco se dirigía a numerosos obispos de territorios de misión (que son un tercio de las diócesis del mundo) reunidos en Roma para un seminario organizado por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
El Papa Francisco ha asegurado que los obispos en misión son invitados “a cuidar el rebaño e ir a buscar a los ovejas, especialmente a las alejadas y perdidas” y buscar “nuevas modalidades para el anuncio, para ir al encuentro de las personas” y “ayudar a quien ha recibido el don del bautismo a crecer en la fe”.
Al respecto, les ha invitado a encontrar también a las ovejas que no pertenecen aún al rebaño de Cristo.
Asimismo, según recoge la agencia Zenit, les ha recordado que en la obra misionera ellos pueden servirse de diferentes colaboradores, muchos fieles laicos, sumergidos en un mundo marcado por contradicciones e injusticia, están disponibles a buscar el Señor y a dar testimonio de Él.
El Pontífice ha recordado que corresponde al obispo “animar, acompañar y estimular a todos en los intentos y los esfuerzos que ya se hacen mantener viva la esperanza y la fe”.
Además, ha explicado que las Iglesias jóvenes de las que son pastores se caracterizan por la presencia de un clero local a veces numeroso, a veces escaso o incluso pequeño.
En cualquier caso, Francisco ha invitado a prestar atención a la preparación de los presbíteros en los años del seminario, sin parar de acompañarles en la formación permanente después de la ordenación. Por eso les ha pedido que sean ellos un ejemplo “concreto y tangible”. Y en la medida de lo posible que estos obispos traten de participar con sus sacerdotes “en los principales momentos formativos, teniendo siempre cuidado también de la dimensión personal”.