El Papa Francisco ha calificado de “insensato y brutal acto de violencia”, el sangriento atentado ocurrido este lunes 8 de agosto, en la ciudad paquistaní de Quetta, donde un kamikaze hizo estallar su cinturón de explosivos en el Hospital Civil de esta ciudad, ataque que provocó casi un centenar de víctimas.
Según informa Radio Vaticano, el Santo Padre envió un telegrama firmado por el secretario de Estado Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, en el que manifiesta su pesar y estar “profundamente dolido al enterarse de la pérdida de vidas humanas después de un ataque contra un hospital en Quetta”, y expresa su “sentido pésame a los parientes de los difuntos, a las autoridades y a toda la nación”.
Asimismo, el Pontífice eleva sus “oraciones por las numerosas víctimas heridas por este insensato y brutal acto de violencia”.
Finalmente, el Papa Francisco también invocó “los dones divinos de la fuerza y del consuelo para todos los que lloran y para todos los que fueron afectados por esta tragedia”.