Durante la vuelta del viaje que ha realizado a Marruecos durante este pasado fin de semana, el Papa Francisco ha concedido la tradicional rueda de prensa en el avión en el que ha abordado los temas planteados por varios periodistas, y entre los que ha destacado la cuestión migratoria, y la relación entre Europa y África. España, frontera entre ambos continentes y vecino del reino alauí, también fue parte de la intervención del Pontífice.
Francisco fue preguntado por la diferencia que existe entre su mensaje de acogida a los inmigrantes y la respuesta que hay en Europa, en muchos casos a favor de un control férreo de la inmigración llegada al viejo continente.
De este modo, explicó que “es cierto que tanta gente de buena voluntad, no sólo católicos, está un poco presa del temor, que es la prédica usual del populismo. Se siembra miedo y después se toman las decisiones. El miedo es el inicio de las dictaduras. Vayamos un siglo atrás, a la caída del imperio de Weimar. Esto lo repito mucho, Alemania necesitaba una salida, y con promesas y miedos, Hitler fue para adelante. Conocemos el resultado. Conocemos el resultado. Aprendamos de la historia. Esto no es nuevo. Sembrar miedo es recoge maldad, y también esterilidad”.
Cómo resolver el problema de la inmigración
Pero sobre esta cuestión el Papa quiso aclarar dos puntos. “Es verdad –indicó el Papa en el avión- que el primer trabajo que tenemos que hacer es buscar que las personas que migran por guerra o hambre, no tengan esta necesidad. Pero si Europa, así de generosa, vende las armas a Yemen para matar a los niños, ¿cómo hace Europa para ser coherente? Lo digo como ejemplo, poro Europa vende las armas".
Está también el problema del hambre y la sed. “Si Europa quiere ser la ‘la madre Europa’ y no la ‘abuela Europa’ debe invertir, debe buscar inteligentemente ayudar a levantar con la educación, con inversiones, y esto no es mío, lo dijo la canciller Merkel, una cosa que ella lleva bastante adelante. Impedir la migración pero no por la fuerza, sino por la generosidad, la inversión educativa, económica, etc,. Esto es muy importante”, agregó el Pontífice.
El segundo punto –indicó Francisco- es que “es verdad que un país no puede recibir a todos, pero está toda Europa para distribuir a los migrantes. Porque la acogida tiene que ser con el corazón abierto, después acompañar, promover e integrar. Si un país no puede integrar, tiene que pensar rápido en hablar con los otros países: ¿Tú cuántos puedes integrar? Para dar una vida digna a la gente”.
España y sus fronteras con Marruecos
Otra de las preguntas fue realizada por una periodista española de la agencia EFE, que preguntó al Papa sobre las barreras que separan España con Marruecos, y las concertinas situadas en estas vallas.
“Los constructores de muros, sean de alambre con cuchillos, o con ladrillos, serán prisioneros de los muros que hacen”, dijo el Papa. Además, citando la entrevista que concedió en La Sexta a Jordi Évole, habló de las concertinas que el propio periodista le mostró. “Yo me he conmocionado, y después de que él se fue, lloré. He llorado porque no entra en mi cabeza, en mi corazón tanta crueldad. No entra en mi cabeza, en mi corazón ver ahogarse gente en el Mediterráneo en lugar de hacer un puente a los puertos”.
En su opinión, “este no es el modo de resolver el grave problema de la migración. Yo entiendo, un gobierno con este problema tiene una papa caliente en las manos, pero lo debe resolver de otra manera, humanamente. Cuando vi ese filo con cuchillos me parecía que no podía creerlo”.
Los conversos en países musulmanes
Sobre la situación de los cristianos conversos o fieles de otras religiones en países musulmanes como Marruecos. “Puedo decir que en Marruecos hay libertad de culto, hay libertad religiosa, hay libertad de pertenencia a un credo religioso. Luego, la libertad siempre se desarrolla, crece. Piensa si nosotros los cristianos hace 300 años si teníamos esta libertad que tenemos hoy. La fe crece en la conciencia, en la capacidad de entenderse a sí misma”, aseveró.
Por ello, Francisco quiso incidir en que “los hermanos musulmanes también crecen en la conciencia y algunos países no comprenden bien o no crecen como otros. En Marruecos sí hay este crecimiento”.
“En este marco está el problema de la conversión. Algunos países aún no la ven, no sé si está prohibida, pero la práctica está prohibida. Otros países como Marruecos no hacen este problema. Son más respetuosos, abiertos, buscan cierto modo de actuar con discreción. Otros países con los que he hablado dicen que no tienen problema, pero prefieren que el bautismo lo hagan fuera del país y que vuelvan como cristianos. Son modos de progresar en la libertad de conciencia y la libertad de culto”, dijo el Santo Padre.
Sin embargo, Francisco aseguró que le “preocupa otra cosa: el retroceso de nosotros los cristianos, cuando cortamos la libertad de conciencia. Piensa en los médicos en los hospitales, donde los médicos no tienen derecho a la objeción de conciencia por ejemplo para la eutanasia. ¿Cómo, la Iglesia ha ido adelante y ustedes países cristianos van hacia atrás? Piensen en esto porque es verdad. Hoy, nosotros los cristianos corremos el riesgo que algunos gobiernos cristianos nos quiten la libertad de conciencia, que es el primer paso para la libertad de culto”.
“No es fácil la respuesta pero no acusemos a los musulmanes, acusemos también a nosotros, a estos países donde sucede esto. Nos debe avergonzar”, concluyó sobre este tema.
El caso Barbarin
El Papa también fue preguntado por otro polémico asunto, la situación del cardenal Barbarin, arzobispo de Lyon, que presentó la renuncia al Papa tras ser condenado por encubrimiento, pero que Francisco rechazó.
“Yo no puedo aceptarla moralmente porque, jurídicamente, también en la jurisprudencia mundial, clásica, está la presunción de inocencia durante el tiempo en que la causa esté abierta. Y él ha apelado y la causa está abierta. Luego, cuando el segundo tribunal dé la sentencia, veremos qué cosa sucede, pero siempre tener la presunción de inocencia”, subrayó.
Recordó además que una vez habló de un caso en España, “donde la condena mediática arruinó la vida de algunos sacerdotes que luego fueron juzgados inocentes. Antes de hacer una condena mediática, piénselo dos veces. No sé si he respondido”.
Puede leer aquí la intervención íntegra del Papa en el avión.