En la misa de este martes 11 de junio en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco recordó que “la salvación no se compra” sino que Dios “nos la da gratuitamente”. El texto bíblico daba pie para reflexionar sobre la gratuidad en la vida cristiana, a partir de la exhortación de Jesús: “Gratis lo recibisteis; dadlo gratis”.
El Papa advirtió que Dios “nos salva gratis, no se hace pagar” por lo que en el mismo modo en que Él hace con nosotros “nosotros debemos hacer con los demás”.
“El Señor está lleno de dones para darnos. Solamente pide una cosa: que nuestro corazón se abra. Cuando nosotros recitamos el ‘Padre Nuestro’ y rezamos, abrimos el corazón, para que esta gratuidad venga”, explicó el Papa.
Por ello, Francisco destacó que “no existe relación con Dios fuera de la gratuidad” y comentó que en ocasiones cuando “necesitamos algo espiritual o un favor, decimos: ‘ahora haré ayuno, penitencia, haré una novena…’ Está bien, pero ¡tengan cuidado! -añadió- eso no es para pagar el favor, para comprar el favor; es para ensanchar tu corazón para que la gracia venga. La gracia es gratuita”, reiteró.
Ir a servir al pueblo, no a servirse del pueblo
Además, el Papa Francisco reflexionó sobre la misión de los cristianos que implica “una vida de servicio”, como Jesús lo explica en este pasaje del Evangelio de San Mateo: “Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios”.
“La vida cristiana es para servir. Es muy triste cuando encontramos cristianos que al inicio de su conversión o de su conciencia de ser cristianos, sirven, está abiertos para servir, sirven al pueblo de Dios, y después terminar por ‘servirse’ del pueblo de Dios”, advirtió el Papa quien aseguró que “esto hace tanto mal, tanto mal al pueblo de Dios. La vocación es para ‘servir’ y no para ‘servirse’ de”.
Evitar resbalar en el intento de "sobornar" a Dios
En este sentido, el Santo Padre hizo una llamado a los pastores de la Iglesia para que continúen a donar su vida gratuitamente. “En nuestra vida espiritual tenemos siempre el peligro de resbalar sobre el pago, siempre, también hablando con el Señor, como si quisiéramos dar un soborno al Señor”, alertó el Papa.
Por ello, Francisco exclamó con fuerza que ese no es el camino: “Señor, si tú haces eso, yo te daré eso. ¡No! Yo hago esta promesa, y esto me alarga el corazón para recibir aquello que está allí, gratuito para nosotros”, explicó.
De este modo, el Papa concluyó que “esta relación de gratuidad con Dios es lo que nos ayudará después a tener la relación con los otros, sea en el testimonio cristiano, en el servicio cristiano, en la pastoral del pueblo de Dios… la vida cristiana es ir. Predicar, servir, no ‘usar’. Sirvan y den gratis lo que han recibido gratis”.