El pasado 1 de agosto, el Vaticano confirmó que Kazajistán será el destino del próximo viaje del Papa Francisco, después de que lo anunciasen las autoridades kazajas el pasado mes de abril. Tendrá lugar del 13 al 15 de septiembre con motivo del VII Congreso de Religiones Mundiales y Tradicionales.
Con este motivo, el presidente de la Conferencia Episcopal de Kazajistán y obispo de la diócesis de la Santísima Trinidad en Almaty, mons. José Luis Mumbiela Sierra, ha concedido una entrevista a Aciprensa valorando la relevancia y perspectivas que ofrecerá el viaje del Papa a los católicos del país asiático, que representan un 2,4% de la población.
Mumbiela señaló la "alegría, esperanza e ilusión" con la que los católicos recibieron la noticia: "Es muy visible en Kazajistán el gran cariño que se tiene por la figura del Obispo de Roma. La visita del Papa es muy valorada por todos los cristianos porque es ver proclamar el mensaje de Cristo en una tierra de mayoría islámica".
Aludió al lema del próximo viaje, "mensajeros de paz y unidad", para referirse al primero de los frutos que espera que se desprendan de la visita: "Para los católicos, y no solo para los católicos, si se crea esa conciencia de que todos somos, sobre todo los católicos, mensajeros de paz y de unidad y no lo contrario, este sería el primer fruto que podríamos agradecer".
"Cuando se crea una buena base de convivencia es un campo precioso para poder realizar la evangelización más explícita, pero hay que crear esos lazos de paz, esos deseos de unidad, de fraternidad. Esa es la antesala para abrir el corazón a Cristo. Ver al otro como un hermano y no como un enemigo", añadió.
El presidente de los obispos kazajos se refirió a la necesidad de este mensaje "de paz y de unidad" en un mundo plagado de guerras y crisis, y la importancia de que los católicos adquieran conciencia de una misión "orientada en este sentido".
El viaje también puede ser una buena ocasión para continuar con los grandes retos de la Iglesia en el país asiático, siendo los dos principales la evangelización de quienes permanecen en el país en lugar de emigrar o la de las mayorías no católicas.
El objetivo, subrayó Mumbiela, es "llevar el Evangelio a quienes no lo han tenido en su infancia, en su familia" incidiendo en que "es nuestra convicción de que es el mejor mensaje que se puede escuchar en este mundo sin lugar a duda, es el mensaje de salvación para todos".
"Ese es nuestro gran reto: saber transmitir a todos, a todos los que no conocen bien el Evangelio, para que descubran la gran riqueza que es conocer y amar a Cristo, conocer y dejarse amar por Cristo", expresó.
También valoró la repercusión internacional de un viaje centrado en "la paz y la unidad" que no solo se dirige a Kazajistán: "La presencia del Papa Francisco le da un significado especial que confío que sea un buen mensaje para todo el mundo, para concienciar a muchas personas que algo puede cambiar para bien en el mundo", señaló.
Por ello, el Obispo concluyó afirmando que "en esta ocasión este Congreso creo que puede ser muy bueno, más que otras ediciones, por las circunstancias históricas actuales. La visita del Papa no es solo a Kazajistán o a un Congreso, sino que a través del Congreso y de la visita, adquiere una relevancia de orden internacional".