El Papa regresó hace unos días de participar en la Bienal de Venecia y celebró este miércoles, primero de mayo y fiesta de San José Obrero, la habitual Audiencia General en el Aula Pablo VI del Vaticano. En su catequesis, Francisco habló de la virtud teologal de la fe. 

"¿Qué es la fe? El Catecismo de la Iglesia Católica, citando la Constitución conciliar Dei Verbum, explica que la fe es el acto por el cual el ser humano se entrega libremente a Dios. En esta fe, Abraham fue nuestro gran padre. Cuando aceptó dejar la tierra de sus antepasados para dirigirse a la tierra que Dios le mostraría, probablemente se le juzgó loco: ¿por qué dejar lo conocido por lo desconocido, lo seguro por lo incierto?", se preguntó el Papa.

La virtud que hace al cristiano

"Pero Abraham se pone en camino, como si viera lo invisible. Y seguirá siendo lo invisible lo que le hace subir al monte con su hijo Isaac, el único hijo de la promesa, que sólo en el último momento se librará del sacrificio. Con esta fe, Abraham se convierte en el padre de una larga estirpe de hijos. Hombre de fe fue también Moisés, que, aceptando la voz de Dios incluso cuando más de una duda podía asaltarlo, permaneció firme confiando en el Señor, e incluso defendió al pueblo que tantas veces carecía de fe", comentó.

Pero, para el Papa, una mujer de fe será también la Virgen María. "Al recibir el anuncio del Ángel, que muchos habrían desechado por demasiado exigente y arriesgado, responde: 'He aquí la esclava del Señor: hágase en mí según tu palabra'. Con el corazón lleno de confianza en Dios, María emprende un camino del que no conoce ni la ruta ni los peligros. La fe es la virtud que hace al cristiano", explica Francisco.

"Porque ser cristiano no es ante todo aceptar una cultura, con los valores que la acompañan, sino acoger y custodiar un vínculo: Dios y yo, mi persona y el rostro amable de Jesús. A propósito de la fe, me viene a la mente un episodio del Evangelio. Los discípulos de Jesús están cruzando el lago y se ven sorprendidos por una tormenta. Creen que podrán salir adelante con la fuerza de sus brazos, con los recursos de su experiencia, pero la barca comienza a llenarse de agua y les entra el pánico", dice el Papa.

Francisco asegura que "no se dan cuenta de que tienen ante sus ojos la solución: Jesús está allí con ellos, en la barca, en medio de la tormenta, durmiendo. Cuando por fin lo despiertan, asustados e incluso enfadados porque creen que Él les deja morir, Jesús les reprende: '¿Por qué tienen miedo? ¿Todavía no tienen fe?'. He aquí, pues, el gran enemigo de la fe: no la inteligencia, no la razón, como por desgracia algunos siguen repitiendo obsesivamente, sino, simplemente, el miedo".

Puedes escuchar aquí íntegra la Audiencia de este miércoles en el Vaticano.

"Por supuesto, como dice el Apóstol, la fe no es de todos, e incluso nosotros, que somos creyentes, a menudo nos damos cuenta de que solo tenemos una pequeña reserva. Jesús podría reprendernos con frecuencia, como a sus discípulos, por ser 'hombres de poca fe'. Pero es el don más feliz, la única virtud que nos está permitido envidiar. Porque quien tiene fe está habitado por una fuerza que no es sólo humana; en efecto, la fe 'suscita' en nosotros la gracia y abre la mente al misterio de Dios", concluye.