El periódico de Emiratos Árabes Al-Ittihad ha entrevistado al Papa Francisco, en lo que considera que es su primera entrevista a un medio árabe, y quizá la primera de cualquier Papa a un medio de la Península Arábiga. En la entrevista, el Papa ha seguido de cerca el Documento sobre la Fraternidad Humana que firmó en 2019 y ha hablado de la colaboración entre religiones para construir la paz y aportar un mejor desarrollo y buenos valores para los jóvenes.
También ha conseguido colocar conceptos como "reciprocidad" (en el trato entre religiones, y "libertad para los jóvenes" (una forma de sugerir que tienen derecho a buscar la verdad e investigar sobre otras religiones). Ambas ideas pueden ayudar a cambiar la cultura en el contexto musulmán.
La Santa Sede abrió en 2022 una nunciatura en Emiratos Árabes, país con 8 parroquias y unos 350.000 católicos, todos ellos (se supone) trabajadores inmigrantes, puesto que la conversión al cristianismo desde el Islam se castiga duramente.
Los límites de la libertad de expresión
También se ha referido al caso de una protesta en Suecia en la que un refugiado nacido en Irak pero residente en el país nórdico quemó un Corán junto a una mezquita en Estocolmo, despertando la indignación de musulmanes de todo el mundo, incluso con una muchedumbre atacando la embajada sueca en Irak. Suecia permitió expresamente el acto de quema del Corán como "libertad de expresión", pero el Papa pone límites distintos en esa libertad.
"Me siento indignado y asqueado por estas acciones", ha declarado Francisco a su entrevistador, Hamad Al-Kaabi, director del periódico. "Cualquier libro considerado sagrado por sus autores debe ser respetado por respeto a sus creyentes, y la libertad de expresión nunca debe ser utilizada como excusa para despreciar a los demás, y permitir eso debe rechazarse y condenarse". Es la primera vez que Francisco se pronuncia sobre este incidente.
El Papa Francisco en la portada de Al Ittihad, periódico de Emiratos Árabes; consigue colocar ideas como "libertad de los jóvenes" y "reciprocidad" que no suelen circular en la península arábiga.
El deber de todas las religiones
El Papa, comentando su documento de Abu Dabi de 2019, se ha reafirmado en la enseñanza central de este texto, que dice: "El primer y más importante objetivo de las religiones es el de creer en Dios, honrarlo y llamar a todos los hombres a creer que este universo depende de un Dios que lo gobierna, es el Creador que nos ha plasmado con su sabiduría divina y nos ha concedido el don de la vida para conservarlo. Un don que nadie tiene el derecho de quitar, amenazar o manipular a su antojo, al contrario, todos deben proteger el don de la vida desde su inicio hasta su muerte natural. Por eso, condenamos todas las prácticas que amenazan la vida como los genocidios, los actos terroristas, las migraciones forzosas, el tráfico de órganos humanos, el aborto y la eutanasia, y las políticas que sostienen todo esto".
A partir de este párrafo, ha desarrollado más detalles, hablando con el periodista.
"La grandeza de cualquier país no se mide sólo por su riqueza, sino sobre todo por su papel tangible en la difusión y defensa de la paz, la fraternidad y la convivencia, y en el apoyo a los esfuerzos internacionales por la paz y la tolerancia, porque invertir en cultura promueve el retroceso del odio y contribuye al crecimiento de la civilización y la prosperidad", insistió el Papa, pensando en sus lectores ricos en los emiratos.
Trabajar con jóvenes, y reciprocidad
Da importancia especialmente a educar a los jóvenes. "La única manera de proteger a los jóvenes de los mensajes negativos y las noticias falsas e inventadas, y de las tentaciones del materialismo, el odio y los prejuicios, es no dejarles solos en esta batalla, sino darles las herramientas necesarias, que son la libertad, el discernimiento y la responsabilidad. La libertad es lo que distingue a una persona. Dios nos creó libres incluso para rechazarle, la libertad de pensamiento y expresión son esenciales para ayudarles a crecer y aprender", ha afirmado, con unas palabras y argumentaciones que no suelen resonar en países musulmanes.
Y da un argumento tecnológico para abrirse al cambio y la libertad: "A los jóvenes de hoy, que tienen en sus manos el teléfono móvil que les permite acceder a cualquier información, ya no podemos forzarlos y obligarlos a la oscuridad, la ignorancia, el odio y el aislamiento".
"Nunca debemos caer en la experiencia de tratar a los jóvenes como niños incapaces de elegir y tomar decisiones", continuó el Pontífice, "ellos son el presente e invertir en ellos significa garantizar la continuidad", insiste. Y propone seguir "la regla de oro" de hacer a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti.
El Papa explica que el documento sobre la fraternidad humana no lo entrega sólo a invitados religiosos, sino a delegaciones de países y gobernantes que recibe en el Vaticano. "Creo que es un texto importante no sólo para el diálogo entre las religiones, sino para la convivencia pacífica entre todos los seres humanos. O habrá una civilización de la fraternidad o de la enemistad, o construimos juntos el futuro o no habrá futuro", advierte.
"La fraternidad humana es el antídoto que el mundo necesita para curarse del veneno de estas heridas. El futuro de la cooperación interreligiosa se basa en el principio de reciprocidad, el respeto por el otro y la verdad", añade, colocando astutamente el concepto de "reciprocidad" en el diálogo (es sabido que los países occidentales permiten construir mezquitas, mientras que muchos países orientales dificultan el construir iglesias y predicar).
El Papa firma una dedicatoria para su entrevistador, el director de Al Ittihad.
Lograr buenas obras concretas
"Nuestra tarea -añade Francisco- es transformar el sentido religioso en cooperación, en fraternidad, en buenas obras concretas. Hoy necesitamos constructores de paz, no fabricantes de armas; hoy necesitamos constructores de paz, no instigadores de conflictos; necesitamos bomberos, no incendiarios; necesitamos defensores de la reconciliación, no personas que amenacen con la destrucción".
"Es fácil hablar de fraternidad, pero la verdadera medida de la fraternidad es lo que realmente hacemos de manera concreta para ayudar, apoyar, nutrir y acoger a mis hermanos y hermanas en la humanidad", añade.
"Si sólo hago el bien a los que piensan o creen como yo, entonces mi bien es hipocresía, porque el bien no conoce discriminaciones ni exclusiones", asegura.
El Papa en diversas ocasiones alaba su viaje a Emiratos Árabes, al país y a su jefe de Estado, Mohammed bin Zayed, y expresa su aprecio por un espacio que se se ha construido en la ciudad, "la Casa de Abraham", que incluye una iglesia dedicada a San Francisco, una mezquita y una sinagoga.
Y finaliza la entrevista hablando de la encíclica 'Laudato si'' sobre el cuidado de "de nuestra casa común" y la importancia de los países árabes en ello, con las reuniones de países ("la COP27 en Egipto y la COP28 en los Emiratos Árabes Unidos") como "ocasiones imprescindibles para que el llamamiento urgente sea escuchado y dé respuestas a la crisis ambiental y al clamor de la tierra y el clamor de los pobres que ya no pueden esperar".
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