Concluida la "peregrinación de paz" en la República Democrática del Congo, el Papa Francisco prosigue su 40º viaje apostólico tras aterrizar en Sudán del Sur, donde permanecerá hasta el 5 de febrero. Le acompañará el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, Jim Wallace. Se trata de un lugar marcado por la escasez que ocupa el segundo puesto en el ranking de países más pobres del mundo elaborado por el Banco Mundial para el año 2022.
El avión del Papa Francisco ha aterrizado a las 14:45 (hora local) en el Aeropuerto Internacional de Juba, donde ha sido recibido por el Presidente de la República, Salva Kiir Mayardit.
Como en el Congo, dos niños ataviados con trajes tradicionales obsequiaron con flores al Papa en un ambiente festivo, a la espera de comenzar una agenda que le llevará a reunirse con las autoridades de Sudán del Sur durante buena parte de la tarde. En estos momentos, se dirige en el papamóvil al Palacio Presidencial flanqueado en su trayecto por miles de personas.
El aueropuerto de Juba, capital de Sudán del Sur, segundos después del aterrizaje de Francisco.
Lo que Francisco encontrará en Sudán del Sur será un escenario parecido al del Congo en algunos aspectos.
Este país, que ostenta el título del país "más joven" del mundo tras obtener su independencia en 2011, ha sido el último en adquirir la condición de Estado reconocido.
La violencia es un rasgo determinante y que lleva a Sudán del Sur a ser considerado un estado frágil o casi fallido. Tras independizarse, la inestabilidad, la violencia y la guerra han sido una constante, especialmente por la multitud de tribus, razas y creencias que lo habitan.
Un goteo incesante de violencia
En 2013 estalló una guerra civil con el golpe de Estado fallido iniciado por el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán. Si bien este fue sofocado, fue la chispa que hizo estallar un conflicto motivado, como en el Congo, por la corrupción, la abundancia de recursos naturales -fundamentalmente del petróleo- y la polarización étnica. Oficialmente, concluyó con el acuerdo de paz firmado el 31 de agosto de 2020, pero el conflicto sigue más que latente.
La violencia ha disminuido, pero no ha desaparecido, y periódicamente continua el goteo incesante de muertes: a 24 horas de la recepción oficial de Francisco por las autoridades, 27 personas murieron en el estado de Ecuatoria Central tras un estallido de violencia entre pastores de ganado y aldeanos este jueves.
Según Acción contra el hambre, la guerra ha provocado una de las peores crisis de refugiados de África y la tercera más grave del mundo, con 4 millones de desplazados a sus espaldas y cerca de 400.000 muertos.
El arzobispo de Canterbury, primado de la Comunión Anglicana, Justin Welby, acompañará a Francisco durante su viaje a Sudán del Sur.
La Iglesia, fuerte y consolidada, pero menos que en el Congo
El estado, que no alcanza los 14 millones de habitantes, posee una Iglesia más pequeña que la del Congo, pero aún así fuerte y numerosa. El 70% de la población son cristianos y el resto son animistas o musulmanes. En concreto, se calcula que un 35% de sursudaneses son católicos, un 20% anglicanos, y el resto de cristianos se dividen entre otras iglesias protestantes (con muchos presbiterianos) y la Iglesia Copta.
La diferencia con el anterior destino papal es sin embargo notable en las cifras: Sudán del Sur tiene unas 120 parroquias, muy por detrás de las 1.600 del Congo. En cuanto al número de religiosos, hay 10 obispos, 300 sacerdotes religiosos y diocesanos y unas 200 religiosas.
Un cartel en las calles de Juba anuncia la venida del Papa Francisco.
En cuanto al número de católicos por sacerdote, hay cerca de 1.700 fieles en Sudán, casi el triple que los 600 por sacerdote del Congo.
Respecto a la de seminaristas, Sudán del Sur tiene 2,6 por cada cien mil católicos, lo que supone menos de 200. Dispone además de unos 3.700 catequistas, 200 escuelas primarias, 33 secundarias -en los que se forman unos 94.000 niños y adolescentes- y 7 centros superiores o universitarios.
La labor sanitaria de la Iglesia en Sudán del Sur se desarrolla en 10 hospitales y 40 ambulatorios. El cuidado de enfermos y ancianos también se desarrolla en los 12 centros pertenecientes a la Iglesia en el país, una octava parte de los presentes en el anterior destino de Francisco. Hay además 9 orfanatos y un centro especial de reeducación social de la Iglesia.
Los dos últimos destinos del Papa también ofrecen algunos datos esperanzadores respecto a los países más desarrollados de Occidente, materializados en una Iglesia más joven. La edad media de la población en España es de 44 años. La edad media de los congoleños es 16, y la de los sursudaneses es 18.