En la mañana del viernes, en la Nunciatura de Lisboa, el Papa Francisco se ha reunido con dos personas que, previsiblemente, pasarán dentro de no mucho a la otra vida, ante Dios. Una es una joven enferma de 17 años, la otra es una anciana de 106 años.
La señora Maria da Conceição Brito Mendonça no sólo es especial por tener 106 años, sino por haber nacido, precisamente, en el día de las Apariciones de Fátima: nació el 13 de mayo de 1917. El comunicado de prensa vaticano aporta una foto del encuentro, pero no da más datos.
Una joven muy enferma de 17 años
En la misma mañana, antes de acudir al "confesionódromo" de la "Ciudad de la Alegría" para confesar a tres jóvenes en persona, el Papa recibió a Edna Rodrigues, una joven de 17 años con una grave enfermedad.
Edna escribió una carta al Papa hace un tiempo. "Cuando supe que la JMJ se haría en Portugal, me alegré mucho, porque cada vez que veo al Papa hablar por televisión me siento bien, como si no tuviera ninguna enfermedad que me impidiera participar en la JMJ".
La joven añadía que "partirá hacia Jesús" dentro de poco y que se animó a escribir al Papa para que él supiera la importancia que tiene para él y su familia.
El Papa en Nunciatura de Lisboa reza por Edna, una joven enferma de 17 años.
El Papa difundió un mensaje en vídeo hablando a la joven. "Edna, recibí tu carta, ¡gracias! Gracias por tu ternura y gracias por la paz que tienes en tu corazón. Esa paz es como una semilla plantada en el corazón de todos los que te ven y de todos los que te hablan. ¡Gracias!”, dice Francisco, en un video difundido por la organización de la JMJ y el portal de noticias del Vaticano.
Edna pidió al Papa que orara por ella y, en el videomensaje, Francisco le deja una bendición, con otro pedido. “Ahora te doy mi bendición, para que también te dé fuerza en este camino. Gracias y orad por mí”.
El Papa se declara conmovido por la muchacha, que está siendo acompañada en la parroquia de San Maximiliano Kolbe de Lisboa. “Te acompaño en este camino que estás haciendo, te acompaño y sé que serás bien recibida. Te acompaño orando por ti, orando contigo y mirando a Jesús, que siempre nos espera. Gracias”, dice.