El Papa Francisco ha recibido en audiencia este lunes a los participantes en la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia para la Vida, que tiene lugar del 27 al 29 de septiembre de 2021, centrados en el tema de la salud pública, la pandemia y la bioética.
Aunque la mayor parte del discurso del Papa habló de temas de recursos sanitarios en contextos de pobreza, también mencionó con palabras fuertes la eutanasia y el aborto.
"Somos víctimas de una cultura del descarte", denunció el Pontífice. "Está el descarte de niños que no queremos aceptar, con esa ley del aborto que los envía al remitente y los mata directamente. Y hoy esto se ha convertido en una forma "normal", un hábito que es muy feo [un’abitudine che è bruttissima], es realmente un homicidio y para entenderlo bien quizás nos ayude a hacernos una doble pregunta: ¿está bien eliminar, quitar una vida humana, para resolver un problema? ¿Está bien contratar a un sicario para resolver un problema? Eso es el aborto", proclamó el Papa, repitiendo un ejemplo que ha dado muchas veces.
Y advirtió también de la falta de protección a los ancianos: "los ancianos, que también son un poco de "material de descarte", porque no son necesarios ... Pero son sabiduría, son las raíces de la sabiduría de nuestra civilización... y esta civilización los descarta. Sí, en muchas partes también existe la ley de la eutanasia "oculta", como yo lo llamo. Es la que hace que la gente diga: “las medicinas son caras, solo les daremos la mitad”. Y esto significa acortar la vida de las personas mayores", denunció el Papa.
Asamblea de la Pontificia Academia para la Vida de septiembre 2021 con el Papa
"Con esto negamos la esperanza: la esperanza de los niños que nos traen la vida que nos hace seguir, y la esperanza que está en las raíces que nos dan los ancianos. Descartamos ambos. Y luego, ese desperdicio cotidiano, esa vida se descarta. Estemos atentos a esta cultura del despilfarro: no es un problema de una ley u otra, es un problema de despilfarro", añadió.
Muertes evitables que apenas se combaten
Francisco también se refirió a muchas otras muertes evitables, como las causadas por la malaria y la tuberculosis, enfermedades que los países ricos no combaten con la misma fuerza que el covid-19.
"Hacemos bien en tomar todas las medidas para contener y superar al covid-19 a nivel mundial, pero esta coyuntura histórica en la que nuestra salud se ve amenazada de cerca debería hacernos conscientes de lo que significa ser vulnerable y vivir en la precariedad todos los días. De esa manera podríamos también responsabilizarnos de las graves condiciones en las que viven otras personas y por las que hasta ahora nos hemos interesado poco o nada. Aprenderíamos a no proyectar nuestras prioridades sobre poblaciones que viven en otros continentes, donde hay otras necesidades más urgentes; donde, por ejemplo, no solo faltan las vacunas, sino también el agua potable y el pan de cada día", señaló el Pontífice.
Debate público: argumentos comprensibles sin diluir contenidos
Francisco también pidió a la Academia para la Vida implicarse "en el debate público. Esto, naturalmente, requiere que, sin diluir los contenidos, tratemos de comunicarlos con un lenguaje adecuado y argumentos comprensibles en el contexto social actual; para que la propuesta antropológica cristiana, inspirada en la Revelación, pueda ayudar también a los hombres y mujeres de hoy a redescubrir como primordial el derecho a la vida desde la concepción hasta su fin natural".