En tiempos de sufrimiento, Dios actúa. No quitándotelo, sino poniendo personas excepcionales en tu camino que te hacen levantar la mirada hacia los demás y hacia el Cielo. Y así el sufrimiento se reduce porque el alma se ensancha tanto que lo arrincona. Pablo fue una de esas personas que contagiaba con una socarrona alegría y una nobleza y bondad que le impedía hablar mal de nadie aun teniendo motivos justificados.
Pablo Aranguren ha sido patrono de la Fundación Nueva Evangelización para el siglo XXI , propietaria de Religión en Libertad, desde el año 2016 hasta su fallecimiento el 4 de mayo de 2020.
Cuando le propuse entrar como patrono de ReL titubeó. Pero no por egoísmo, sino porque dudaba que pudiera aportar algo bueno. Su generosidad con sus buenas ideas, su visión iluminadora de las cosas y los acontecimientos y su generosidad han sido regalos impagables por los que damos gracias a Dios.
Después le diagnosticaron un cáncer que resultó ser incurable. A partir de allí todas las cualidades de Pablo que ya conocía crecieron y crecieron… y aparecieron otras que, quizá por timidez, había mantenido detrás del telón. Una inmensa confianza en Dios, una templanza que jamás he visto ante la enfermedad, el dolor y la irremediable muerte y una humildad de no sentirse digno frente al sacrificio de Cristo en la Cruz. Eso mismo me decía en nuestra última conversación para inmediatamente después decirme que tenía muchas ganas de abrazar a Jesús. Su deseo de Dios vencía siempre.
El padre Jesús Higueras, el día anterior a la muerte de Pablo, explicó que había dos tipos de personas: las que se preguntan “¿qué pueden y deben hacer los demás por mi?”, exigiendo siempre y nunca satisfechos ni agradecidos porque se creen merecedores de todo, y aquellos que se preguntan “¿qué puedo hacer yo por los demás?” y dan sin medida, a manos llenas, y con una libertad abrumadora porque no esperan nada a cambio. Pablo era de este segundo tipo de personas.
Le sueño navegando por el Cielo en su Serviola, pletórico, porque lo hace junto al mejor compañero.
Hizo mucho bien en la Tierra pero más hace desde el Cielo.