No ha habido ninguna muerte por la viruela del mono en Canadá, pero esta enfermedad ha recibido una atención mediática considerablemente mayor que las 10.064 personas eutanasiadas el año pasado.
El tercer informe anual sobre “muertes con asistencia médica” (MAiD, Medical Assistance in Dying) en 2021 apenas fue recogido en los medios. Las autoridades sanitarias ni siquiera ofrecieron una nota de prensa y se limitaron a tuitearlo. Los números son llamativos para cualquiera que se tome la molestia de examinarlos… que no es el caso de los medios canadienses.
Los datos principales son:
-En 2021, hubo 10.064 muertes con asistencia médica, lo que supone el 3,3% de las muertes en Canadá.
-Esto supone un incremento del 32,4% sobre 2020.
-Las muertes totales por eutanasia desde la ley canadiense de 2016 ascienden a 31.664.
El dolor no figura entre las principales razones alegadas para pedir la eutanasia, que fueron la pérdida de capacidad para llevar a cabo actividades valiosas (86,3%) y la pérdida de capacidad para llevar a cabo actividades de la vida diaria (83,4%).
La tercera razón fue el control inadecuado del dolor (o la preocupación por el dolor), citada por el 57,6% de las personas. Las estadísticas no distinguen entre quienes realmente sentían dolor y quienes solo lo temían.
Casi uno de cada cinco canadienses que murieron por eutanasia en 2021 la solicitaron porque estaban solos. Para ser precisos, el 17,3% mencionaron “el aislamiento o la soledad” como una razón por la que querían morir. En un 35,7% de los casos, los pacientes creían ser “una carga para la familia, los amigos o sus cuidadores”.
Aunque el informe anual sobre eutanasia pasó desapercibido, los medios no ignoran el asunto. Recientemente, CTV News Toronto entrevistó a una mujer de Toronto de unos 50 años que padece covid persistente y ha solicitado la eutanasia. “Pido la eutanasia exclusivamente por consideraciones económicas”, dijo [se está quedando sin recursos al no poder trabajar]: “Básicamente, tengo que decidir si morir lenta y dolorosamente, o morir rápidamente. Esas son las opciones que me quedan”.
El gobierno canadiense está estudiando ampliar la posibilidad de pedir la eutanasia a personas con enfermedad mental. En un artículo en el National Observer, el doctor Sonu Gaind, director del equipo de eutanasia de un hospital, expresó su inquietud: “Es un mito que ampliar la eutanasia sea una cuestión de autonomía. Ampliarla puede aumentar la privilegiada autonomía de algunos para morir con dignidad, pero a costa de condenar a otros canadienses marginados a una muerte prematura huyendo de una vida dolorosa que no hemos conseguido que vivan con dignidad”.
Publicado en BioEdge.
Traducción de Carmelo López-Arias.