El Papa Francisco publicó el 15 de octubre una exhortación apostólica sobre Santa Teresa del Niño Jesús, C’est la confiance. El Santo Padre siempre había mostrado su cariño y admiración por la santa de Lisieux, pero en este año que se celebra el 150º aniversario de su nacimiento, ha querido proponer a la Iglesia de nuevo su figura, su mensaje, su manera de acercarse a Dios.
Conocida por el diminutivo afectuoso de Santa Teresita, su legado espiritual no tuvo nada de pequeño: abrió un horizonte espiritual para toda la humanidad. “La gran santa de los tiempos modernos” la llamaba el Papa Pío XI.
Su caminito sigue siendo actual para nuestra época, y todo lo que nos empapemos de sus palabras, acciones, de su historia, será un gran aprendizaje en nuestra vida espiritual. No en vano fue proclamada Doctora de la Iglesia a pesar de su juventud. Ella aportó algo nuevo, mostró con intensidad una faceta de Dios que no teníamos tan presente (y que probablemente es la que más falta nos hace). Nos hizo entender que la esencia de Dios es la misericordia. Que su rostro es amoroso, paternal, que sólo pide nuestra confianza y que nos dejemos llevar.
La misión de Teresa
Todo cristiano, y más aún, todo santo, vive una existencia teológica. Su vida muestra la buena nueva evangélica, identidad con Cristo. La misión de Santa Teresa del Niño Jesús fue más allá: según la palabra de los Papas, ella venía a esclarecer nuevamente para la cristiandad determinados aspectos de la revelación, a proyectar un sorprendente resplandor sobre verdades conocidas ya, pero todavía no suficientemente atendidas.
“Teresa es la mensajera de la divina misericordia y de una confianza sin límites en la gracia”: estas palabras de Hans Urs von Balthasar son un buen resumen de la novedad que Santa Teresa aportó a la Iglesia. El teólogo suizo estudió su figura en el libro Teresa de Lisieux. Historia de una misión, en el que hacía un juego de palabras con el conocido título de ella Historia de un alma: “Teresa se nos presenta, sin género de duda, con una misión otorgada inmediatamente por Dios a la Iglesia. […] Su misión es una unidad de contornos precisos, que a la primera mirada nos fascina: no tanto por el particular destino de la santa cuanto por la carismática figura que, a través de las pequeñas anécdotas, fue plasmada como por una mano fuerte e invisible en duro y macizo bloque. De su modesto destino, se desgrana una doctrina y una teología clara, triunfante e irrebatible”.
La batalla de la joven carmelita
“Teresa", continúa Von Balthasar, "se asemeja a un hombre que combate con todas sus fuerzas contra algo de lo cual no vemos ni la figura exacta ni la peculiar agresividad. Sólo en los últimos años, cuando ella misma sabe que ha vencido, se revela, para nosotros y quizá también para ella, la cara de su adversario: su adversario fue la mentira. La mentira en todas las formas que puede adoptar en el cristianismo, de enmascarada inautenticidad, de semiautenticidad, de transición, aquella zona en que santidad y beatería, arte y ñoñez, verdadera impotencia y despreciable debilidad, vienen a formar una madeja inextricable. El hado de Teresa fue tener que vivir en esta zona fronteriza […] con palabras e imágenes de ñoñez, tuvo que combatir a vida o muerte contra el embuste de la ñoñez”.
Por tanto su caminito, la Infancia Espiritual que proponía, nada tiene que ver con el infantilismo. Se trata de todo lo contrario, es la más recia batalla interior:
-"¿Cree V. C. [Vuestra Caridad] que basta hacer el acto de ofrenda que V. C. misma ha compuesto?" "Oh, no, las palabras no bastan. Para ser verdaderamente víctima de amor, es menester entregarse enteramente” (citado en Historia de una misión).
-“Las inspiraciones más sublimes no son nada sin las obras” (Historia de un alma).
Teresa tiene que avanzar entre las empalagosas cursilerías y falsificaciones, hacia la sencilla y desnuda verdad del Evangelio.
¿Hay algo importante para mí?
En este aniversario de su nacimiento, Santa Teresa tiene algo que aportarnos a cada uno de nosotros. Es una oportunidad para descubrir qué hay de especial en su mensaje para nuestra vida. ¿Por qué el Cielo cuidó tanto su vida? ¿No demuestra esto que había algo muy importante en su misión?
Un sábado al mes (el próximo es el 18 de noviembre), la Fundación Maior ofrece un seminario de estudio sobre esta gran santa a través de la citada obra Historia de una misión. No perdamos la ocasión de reencontrarnos con la pequeña Teresa. El seminario es presencial y online, dirigido a Jóvenes y adultos, religiosos y laicos.
Irene Martín es directora de la Fundación Maior.