Esta madrugada, al ver tanta gente en la calle, con el frío y la lluvia, parada fuera del congreso de la nación Argentina, velando por sus valores... de un lado y del otro... como se dice hoy "del lado verde y del lado celeste", me conmoví al ver que tanta gente está dispuesta a luchar por sus ideales, por sus valores.
Con opiniones o ideas diferentes, y más allá de los que están involucrados por intereses económicos, la mayoría de la gente que estaba parada allí afuera, lo hacía por convicción, por defender sus ideales, por defender a las mujeres, a los bebés por nacer, a los más vulnerables.
El mundo está sediento de causas, y cada tanto nos despertamos. Necesitamos motivos que nos saquen del sillón, que nos obliguen a apagar Netflix y nos hagan salir a la calle. Para eso estamos en el mundo, no para ser pasivos. Sino para expresarnos pacíficamente y luchar por los valores que queremos proteger.
Esto recién comienza. Nadie ganó hoy, ni un color ni otro. El problema sigue existiendo y todos queremos ayudar a la mujer. La diferencia es que los que estamos en contra de la legalización del aborto afirmamos que eso no les soluciona nada.
Pero si realmente la intención es cuidar las dos vidas, en toda su extensión, desde la concepción hasta el final, debemos unir estas fuerzas tan grandes que pudimos ver manifestadas esta madrugada, y podremos lograr muchas cosas buenas.
Que esto no sea una guerra ideológica, sino una oportunidad para dejar las diferencias de lado y unirnos para ayudar a quienes nos necesitan. Pero nos necesitan juntos, no peleando unos con otros, no buscando culpables o a alguien para señalar, sino personas que puedan ir más allá de sus "colores", salir de sí mismos y unirse por el bien común.