Uno de los aspectos de la historia de al-Andalus, y de España, menos conocidos es cómo se desenvolvió, en un país esencialmente árabe e islámico la vida de los cristianos que lo habitaron. Y es que pocos españoles saben que durante más de doscientos años tras la conquista de 711-719, los cristianos siguieron siendo una amplia mayoría bajo el duro dominio musulmán, y luego una minoría decreciente hasta su completa extinción en el siglo XII a consecuencia de la progresiva islamización, la emigración en masa y las persecuciones. Hacia el año mil, aquellos viejos hispanos de religión católica habían absorbido hasta tal punto la lengua y las costumbres de sus dominadores que en el reino de León recibieron el nombre de mozárabes, es decir "arabizados", con el que han pasado a la historia. Una historia quizá triste, pero llena de enseñanzas sobre lo que verdaderamente fue la relación entre las distintas fes y culturas en la España medieval, la cual tan poco tiene que ver con el desgastado mito de las Tres Culturas.
Desde este jueves y hasta el próximo domingo, día 18, se va a celebrar en Córdoba, auspiciado por el Foro Osio y el Cabildo Catedral, el II Congreso Internacional sobre Historia de los Mozárabes. En su segunda edición, este encuentro cordobés, a pesar de las dificultades derivadas de la pandemia, que ya obligó el año pasado a su aplazamiento, se ha convertido en un acontecimiento cultural e historiográfico de primera magnitud en el que se van a dar cita los mejores especialistas en el tema a través de sesiones relativas a Arqueología, Arte, Historia, Liturgia, Lengua y Literatura. En este panorama no podía faltar, y no falta, el tratamiento de la candente cuestión de los mozárabes del presente, es decir los cristianos que hoy viven bajo dominio musulmán, a menudo en circunstancias muy difíciles, como todos sabemos. La impresionante respuesta del público, con más de 1300 inscritos y aforo presencial completo desde hace semanas, es una muestra inequívoca del interés suscitado por la convocatoria.
La modesta aportación del que suscribe a ese magno encuentro será una presentación del modelo de santidad y heroísmo que reflejan las diez cristianas que fueron martirizadas en Córdoba entre 851 y 859, en el transcurso del movimiento martirial que sacudió a la sociedad andalusí en esos años. Si lo consigno es para mostrar mi gran satisfacción por participar en este Congreso, especial por tantos motivos.
Publicado en Diario de Sevilla.