En 2010, varios países celebran el bicentenario de su independencia (Chile, México, Argentina, Venezuela y Colombia). Según el Informe 2009 del banco de datos en línea de la Corporación Latinobarómetro, sólo el 43% de la población sabe de qué nación se independizó el propio país, mientras que un 37% no contesta o no sabe y un 17% se equivoca.
Por otra parte, el mismo informe pone de manifiesto cuál es la institución que más confianza inspira en toda latinoamérica: la Iglesia católica con un 68% de aceptación (la segunda institución, la radio, se le aproxima apenas al 56% mientras que la televisión ocupa un tercer lugar con apenas un 54%). ¿Y en el último lugar? Los partidos políticos (24%) y los sindicatos (30%). Datos contundentes cuando, en los últimos años se viene atacando y tratando de callar a la Iglesia en el debate público.
Dos reflexiones:
1) La inversión económica por concepto de propaganda para enfatizar el bicentenario hace pensar en si no sería más adecuado invertir en educación en lugar de publicidad. Después de todo, si no se conoce la historia (por lo menos lo elemental) no hay mucho que festejar. De suyo, el informe refleja que para el 20% de la población el aniversario es apenas significativo, mientras que para el 12% no significa nada y el 11% ni siquiera responde.
2) Si la Iglesia católica es la institución más valorada en Latinoamérica, ¿por qué se le quiere imponer silencio argumentando una falsa laicidad?