Muchos medios recogen en estos días el alboroto en Estados Unidos con motivo de la filtración del borrador redactado por uno de los jueces del Tribunal Supremo sobre un caso de su competencia. Si ese borrador obtiene el apoyo suficiente, como es muy posible, supondría la revocación de la sentencia de 1973 que se conoce como Roe versus Wade, la cual supuso el blindaje del aborto en todos los estados de la Unión por encima de cualquier instancia soberana. Bueno será recordar que esa sentencia, de muy débil andamiaje jurídico, fue obtenida en un ambiente de gran presión política y mediática merced a un falso testimonio revelado años después por su autora. No obstante, el respaldo durante décadas ha sido tal que Roe versus Wade se ha mantenido intocable durante casi cincuenta años y tras 62 millones de abortos.
La actual mayoría conservadora en el Tribunal parece haber reunido valor para derogar esa infamia y, escándalo mayúsculo en un país en el que las instituciones, especialmente el Tribunal Supremo, se hacen respetar, por vez primera en la historia de este órgano se ha filtrado un borrador antes de ser discutido. Es muy "progre" eso de desprestigiar a las instituciones que no se pueden controlar. El terremoto, la histeria que se ha apoderado de los medios y de los políticos favorables al aborto han venido a poner de relieve la verdadera naturaleza de los intereses abortistas. El aborto es la piedra angular del experimento social al que desde hace décadas están sometidas las poblaciones occidentales, algo literalmente sagrado. El borrador redactado por el juez Samuel Alito no se propone prohibirlo, pero que aspire a devolver la capacidad legislativa sobre el mismo a las cámaras estatales y federales, al pueblo en definitiva para que pueda decidir al respecto, es algo intolerable para la dictadura cultural de la izquierda y para el inmenso negocio que el aborto promueve.
La normativa estadounidense sobre el aborto es especialmente brutal, pues lo permite prácticamente hasta el sexto mes de embarazo y está auspiciando iniciativas claramente infanticidas en algunos estados. Con esas derivas no puede extrañar que el movimiento provida se fortalezca cada vez más y se haya convertido desde hace tiempo en un factor de gran importancia en el juego político y el debate electoral. La derogación de Roe versus Wade sería el más importante triunfo de su historia.
Publicado en Diario de Sevilla.