Como soy natural y vecino de Logroño, creo que no puedo quedarme callado ante ese hecho que ha dejado a mi ciudad y a mi Ayuntamiento en un clarísimo ridículo.
En el periódico local La Rioja de ayer 8 de Enero, una Carta al Director titulada «El calendario del Ayuntamiento» nos dio a muchos la primera pista de que algo raro había en ese calendario. Cuando uno lo lee ya a primera vista se da cuenta que efectivamente se hace referencia a varias fiestas musulmanas, como el 24 de Febrero: El Maulid. Nacimiento de Mahoma. Comunidad Islámica, mientras que el 25 de Diciembre es simplemente Navidad, sin ninguna referencia más al nacimiento de Cristo.
Hay también otras fiestas cristianas, como la de la Epifanía o la Virgen del Pilar que están simplemente en rojo, sin ninguna mención más al día que es. Ello me ha llevado a preguntarme si figura la palabra España, como figuran otras naciones, p.ej. el 9 de mayo es el Día de Europa y el 15 de Agosto es La Asunción. Día de la Independencia. Asociación Pakistaní. Por tanto he mirado si el 2 de Mayo, el 25 de Julio, el 12 de Octubre y el 8 de Diciembre, sale la palabra España, búsqueda infructuosa, y eso en una ciudad donde no hay ningún problema nacionalista, y mucho menos separatista.
Las únicas referencias a España en todo el calendario están en los meses de Junio y Diciembre y son: en Junio Fiesta Fin de Curso. Ballet Español de Charo Álvarez y el 4 de Diciembre: Día del Voluntario. Cruz Roja Española.
Otro fallo clamoroso es el 11 de Junio donde pone simplemente San Bernabé, sin ninguna referencia a que es el patrono de la ciudad y del Ayuntamiento, cosa que sí hace el 18 de Diciembre donde se señala que es La Virgen de la Esperanza, patrona de la Ciudad.
Uno se inclinaría a pensar que son simplemente fallos clamorosos, pero sin mala intención. Lo malo es que cuando uno lee los periódicos nacionales y se encuentra hoy mismo con la inefable Bibiana Aído, subvencionando generosamente un feminario, la palabra no es mía, es de ellas, para pedir a la ONU que retire su estatus actual al Vaticano, o la ministra Chacón, empeñada en ganar con setenta años de retraso una guerra civil, mandando retirar de los cuarteles los nombres de los militares laureados, mientras no ha habido empacho en homenajear no hace tantos años al máximo genocida de la guerra.
La conclusión que saco es muy clara: estamos ante gente sectaria y borrega. No me puedo creer, cuando una ecografía o una foto de una ecografía está al alcance cualquiera, que nuestros socialistas, aunque no sólo nuestros socialistas digámoslo todo, no se den cuenta que el aborto es un crimen abominable.
Me asombra el silencio de tantos, por ejemplo los ya jubilados, que no tienen nada que perder, pero siguen callados. Hagamos opinión pública, no nos callemos y elevemos nuestra voz ante los atropellos.
Como me decía una persona, muchas veces pisoteada: si te pisan, chilla, lo mínimo que vas a conseguir es que, el que te ha pisado, se lo piense dos veces antes de volver a pisar. Lo malo, o tal vez lo bueno, es que en Europa nos empiezan a conocer.