Unos 100 millones de los 260 millones de cristianos ortodoxos de todo el mundo viven en Rusia. Pero de ellos, sólo el 15% considera que la religión es "muy importante" para su vida.
 
Lo contrario ocurre en Etiopía, que con 36 millones de fieles es la segunda nación en el mundo por número de cristianos ortodoxos. El 98% considera la religión "muy importante".
 
Estos son algunos de los datos más contrapuestos de la gran encuesta llevada a cabo por el Pew Research Center de Washington sobre los cristianos ortodoxos.
 
En comparación con el catolicismo y el protestantismo, que en el último siglo se han difundido desde Europa a los otros continentes y, sobre todo, en América Latina y África, donde ya tienen a la mayoría de sus fieles, la cristiandad ortodoxa está presente sobre todo en tres cuartas partes de Europa, con una única gran excepción: Etiopía.

Una excepción que no es solo geográfica.


Hace un siglo, las tres principales ramas del cristianismo se concentraban en Europa. Ése sigue siendo el caso de los cristianos ortodoxos, pero no de los protestantes ni de los católicos.

En Rusia y en todos los otros países con una población prevalentemente ortodoxa, la práctica religiosa es muy baja, a pesar de que la casi totalidad de los fieles tiene en casa iconos sagrados.
 
En Rusia, sólo el 6% de los ortodoxos va a la iglesia una vez a la semana, en Ucrania el 12%, en Rumania el 21%, récord europeo.
 
Pero en Etiopía va a la iglesia semanalmente el 78% de los fieles.
 
En Etiopía, la fe ortodoxa tiene un perfil particular. Ha aceptado sólo los tres primeros concilios ecuménicos, anteriores al de Calcedonia del año 451, igual que las comunidades ortodoxas de Egipto, Siria, Armenia y la India. Pero se distingue también por su impronta judaizante: respeta el descanso del sábado, circuncida a los hijos varones y sigue las leyes alimentarias de los judíos. Cuenta que hace tres mil años su emperador Menelik I, hijo del rey Salomón y de la reina de Saba, llevó a Etiopía el Arca de la Alianza, que sigue siendo venerada hoy en día.
 
Respecto a los fieles ortodoxos de Europa, Etiopía se diferencia también por los niveles de certeza de la fe en Dios. Mientras en Rusia sólo el 26% de los ortodoxos afirman que están seguros de su existencia, en Etiopía esta cifra sube al 89%.
 
También hay una diferencia en el respeto del ayuno en Cuaresma y en los otros días obligados: mientras en Rusia lo practican el 27% de los fieles, en Etiopía lo hacen el 87%.
 
En Rusia, el 60% cree en el paraíso y en el infierno; en Etiopía, el 97%.
 
Viceversa, mientras en Rusia el 61% de los ortodoxos cree en el mal de ojo, en Etiopía sólo el 35%.
 
Limitando la investigación sólo a la ortodoxia europea, el Pew Research Center ha puesto en evidencia también que la aceptación de un acercamiento ecuménico con la Iglesia católica es más bien escasa.
 
En Rusia, el 17% se declara a favor, el 41% en contra y otro 41% no se pronuncia. De todas formas, el 32% es favorable a los esfuerzos del Papa Francisco por mejorar las relaciones entre las dos Iglesias.
 
Pero a la petición de indicar quién es la más alta autoridad de la Iglesia ortodoxa, capaz de tratar con el Papa de Roma, las respuestas se dividen.
 
En Rusia, el 69% de los ortodoxos indica al patriarca de Moscú, Cirilo, y sólo el 4% el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, que teóricamente sería el primus inter pares de toda la ortodoxia y el que desde hace decenios mantiene las relaciones más amigables con el papado.
 
También en Ucrania, Rumania, Serbia, Bulgaria y Georgia la elección cae sobre los correspondientes patriarcas, y no sobre el de Constantinopla.
 
El único país en el que el patriarca Bartolomé obtiene una reducida mayoría es Grecia, con el 56%.
 
Pero aparte de Grecia, en ningún otro país ortodoxo el patriarca ecuménico de Constantinopla supera el 10% de los votos.

Publicado en Settimo Cielo.