Estimado hermano español:
Me veo impelido a rechazar un nuevo ataque contra España. Uno más y van… cientos.
La acción crítica antiespañola de Ernest Urtasun es un ataque directo no sólo a la España peninsular sino a la línea de flotación de toda la identidad hispanoamericana. Mi Argentina y todo nuestro continente se ve afectado en su identidad por la destructiva decisión de este ministro, que solo fomenta resentimientos nacidos en medios y universidades, usinas propagandísticas inglesas y estadounidenses, más que en la verdad histórica. Ya sabemos quiénes son los que conocen nuestra fortaleza y nos quieren ver debilitados y desunidos.
Esa es la crítica que hay que sumarle desde España y desde quienes somos sus naciones hijas, pues si todo fue malo en la Conquista de medio globo terrestre, todo lo fue y lo seguirá siendo en Hispanoamérica. Según el, España no unió al mundo, no reunió a los antiguos pueblos hijos de Jafet. Los nativos americanos y los españoles somos descendientes de este hijo de Noé. Entonces, de ser cierta la postura progresista de la leyenda negra, no tuvimos ni grandes escritores, ni filósofos, ni artistas, ni teólogos, ni maestros ni científicos y ni un solo buen gobernante en mi tierra americana. Sepan que el teólogo más importante en lengua española del siglo XX fue el sacerdote argentino Leonardo Castellani. Numerosos escritores americanos, desde Vasconcelos en México hasta José Hernández en Argentina, fueron continuadores de las brillantes mentes del Siglo de Oro español. La América española aportó varios Premios Nobel que ayudaron a detener guerras y otros por méritos científicos.
Según se concluye de esta persona, no hubo ni un solo gesto de patriotismo ni de identidad en la América española. Si Urtasun tiene razón, yo como argentino no valgo nada, no soy un reflejo de la eternidad ni tengo semejanza alguna con nuestro Creador. Soy apenas materia en permanente descomposición, algo así como una planta, y esa perspectiva de mí por parte de este ministro no me gusta en absoluto. Si nada vale mi tierra hija de España, entonces se la puede someter y balcanizar nuevamente como se hizo hace dos siglos en la gran guerra civil llamada guerra de la independencia americana. Ahora esta nueva separación se haría de la mano de un indigenismo de matriz inglesa con ideología progresista y marxista, pensamiento que suma con este ministro, otro nuevo ideólogo que justifique nuestra destrucción en nuevos estados cada vez más debilitados. Pero no se confunda nadie en ambas orillas de la mar Océano, no nos entregaremos gratuitamente. Ya fuimos varias veces contra los ingleses cuando quedamos separados. En 1845 en la Guerra del Paraná y en 1982 en la Guerra de Malvinas, en la que combatieron y sangraron 78 españoles, dos de los cuales murieron en combate por las Islas Malvinas. Bien haría el señor ministro en ponerle sus nombres a una plaza en España y sacarle el nombre de Margaret Thatcher a una plaza de Madrid. Separados sí, pero huérfanos de madre no. La España eterna lo sigue siendo. España es nuestra Madre Patria. La de este ministro no es España.
Para Urtasun da lo mismo que Bélgica le cortase las manos a los congoleños mientras España terminaba con la ignorancia construyendo escuelas, liceos, universidades y templos en el Nuevo Mundo, que los belgas esclavizasen africanos mientras España creaba un Corpus jurídico, el Derecho de Indias, para proteger a sus hermanos del Nuevo Mundo, le da lo mismo que Bélgica extrajese riquezas del África, expoliando a sus pueblos, mientras España creaba en América la moneda más poderosa del mundo y les enseñaba a los indígenas a comerciar con el mundo entero.
Y esto es apenas un resumen. Si el señor ministro tiene un momento de humildad, con todo gusto me ofrezco a explicárselo y lo haría gratis, como una forma de agradecerle a España por haber traído una civilización que les permitió a mis ancestros construir sus sueños en estas tierras.
El mal no prevalecerá, eso se los aseguro, mientras queden fieles hijos de Isabel y Fernando en la península y en América. Está llegando la Hora de los Pueblos en contra de las élites globalistas. Debemos ir por la reunificación de los pueblos hispanos como necesidad imperiosa de nuestra identidad y para enfrentar al mal en el siglo XXI.
A todos los que quieran ver la verdad, les mando un fuerte abrazo de mi parte y de los mil cachorros del león español desparramados en América, Guinea y Filipinas, con todo mi afecto para los españoles de bien y mi total repudio para los ex-pañoles que han vendido sus almas y ya no son nada.
Les saludo desde Argentina, Patricio Lons y varios millones de americanos agradecidos a España.