"Permitidme que os hable de quienes son riquísimos. Son diferentes a nosotros. Poseen y disfrutan desde sus primeros años, y esto influye en su carácter: los hace blandos cuando nosotros somos duros, cínicos cuando somos crédulos, de manera que, a no ser que hayas nacido rico, es difícil que los comprendas" [Francis Scott Fitzgerald, El joven rico, relato publicado en 1926].
¿Estaba pensando Scott Fitzgerald en la bioética de los ricos? Probablemente no, pero en cualquier caso sus palabras suenan verdaderas.
La heredera estadounidense Paris Hilton, de 39 años, personalidad mediática, empresaria, socialité, modelo, cantante, actriz y DJ, quiere un hijo. Para ser más exactos, quiere un niño y un niña. Así que se está sometiendo a una fecundación in vitro de su novio, Carter Reum.
Quien le recomendó ese procedimiento -declaró Paris, en un podcast, a la influencer de belleza Mara Schiavocampo- fue la experta en salud reproductiva Kim Kardashian, otra famosa por ser famosa.
Paris empezó ahora este procedimiento para asegurarse de tener "gemelos que fuesen chico y chica". "Creo que es algo que deberían hacer la mayoría de las mujeres para tener hijos, y así puedes escoger si quieres niños o niñas", dijo Hilton: "La única forma de conseguirlo al 100% es hacerlo así".
Insider, un portal de celebrities, destacó algunos problemas éticos que plantea la elección de sexo en los niños concebidos por fecundación in vitro: "Además de ser un procedimiento muy caro, que mucha gente en Estados Unidos no puede afrontar, la idea de 'elegir' el género del niño antes de que nazca puede presentar algunos problemas. Puesto que un niño podría ser transgénero y no identificarse con el género que le asignen al nacimiento, nadie sabe realmente de qué genero será el niño".
Por no mencionar que se trate a los niños como accesorios de moda.
Publicado en BioEdge.
Traducción de Carmelo López-Arias.
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