Este fin de semana está teniendo lugar en Salamanca el VII Encuentro del voluntariado de Radio María. Al mismo asisten unos 250 voluntarios, que son una pequeña parte de los más de 3000 con los que cuenta esta emisora católica en toda España.
Estamos, pues, ante uno de los fenómenos más singulares de la historia de la radio en nuestro país. Radio María todavía no es una emisora con la capacidad de emisión que tienen el resto de grupos de comunicación radiofónicos de España, pero, ojo al dato,
ya son 198 las frecuencias de FM por las que emiten. Aunque,
para vergüenza de la clase política de este país lo digo, sólo cuentan con una licencia oficial en Madrid, concedida hace pocas semanas por la Comunidad Autónoma que preside Esperanza Aguirre. Esa concesión ponía fin a una injusticia patente, a una actitud vergonzosa del resto de comunidades autónomas, tanto del PSOE como del PP y de partidos nacionalistas, que se han negado a dar licencias a la Radio que hoy dirige el padre Esteban Munilla.
Ojalá esa primera licencia oficial sea la primera de una gran lista que permita a Radio María convertirse legalmente en lo que es ya de forma “oficiosa": la radio de referencia para miles y miles de católicos de nuestro país. Y es que a pesar de contar sobre todo con voluntarios,
la programación de Radio María es cada vez más “profesional”. Sin duda queda mucho camino por recorrer y hay franjas horarias que no llegan a un nivel similar al de, por poner un ejemplo, la radio de EWTN, el famoso canal de la Madre Angélica, pero todo se andará. Hay quienes desprecian a Radio María tachándola de ser una radio para beatas, pero el espectro de oyentes de la emisora es cada vez mayor. Es obvio que en sus programas no vamos a encontrar tertulias económicas y políticas similares a las de otras cadenas, ni nos vamos a topar con retransmisiones deportivas, ni oiremos noticias de la prensa rosa. Ni falta que hace señores míos.
Radio María no tiene que luchar por hacerse un hueco junto al resto, sino más bien ocupar el hueco que el resto no ocupa. Ni siquiera la programación religiosa de Cope sirve para llenar el gran vacío de la programación sociorreligiosa en la radio española. Pero ojo, los que leen Religión en Libertad saben muy bien que el ámbito de la información y opinión sociorreligiosa da para mucho en la España de hoy, debido sobre todo al desorbitado interés del gobierno a transformar este país con ingeniería social de la más baja estofa. Y ahí, los medios de comunicación verdaderamente cristianos, los que no están vendidos al progresismo ni a la tibieza de los cobardes, tienen mucho que decir. Sobre todo si son capaces de ser verdaderamente independientes de partidos y partidismos, de presiones mediáticas y pseudo-eclesiales.
Hoy es tiempo de pedir a Dios que bendiga a Radio María con el éxito evangelizador que merece el esfuerzo de todos sus voluntarios. Estamos ante un instrumento privilegiado de la Iglesia no sólo para hacer llegar el evangelio a los que están alejados del mismo sino, incluso de forma más patente, para ayudar a los verdaderos protagonistas de esa evangelización, que son los fieles. Si se les forma mejor, si se les enseña a presentar de verdad las razones de nuestra fe, ellos mismos llevarán a otros a Cristo y a su Iglesia. Gracias a todos los voluntarios de Radio María por vuestra labor.
Y muy especialmente, gracias a su director, don Esteban Munilla, que ha sabido guiar sabiamente el timón de esa pequeña gran barca, que va creciendo según
somos más los que queremos subir a bordo de la misma para, como dijo Juan Pablo II, remar mar adentro.
Luis Fernando Pérez Bustamante Director Religión en Libertad